¿TE GUSTA EL CHISME?
Lo primero que vendrá a tu mente y te contestarás a ti mismo será que no, pero estoy seguro que dentro de cada uno de ustedes, queridos lectores, existe un “chismoso closetero”, al menos las estadísticas en el mundo editorial así lo demuestran.
En los últimos años, a los reporteros de espectáculos se nos ha acorralado y señalado como argüenderos, liosos, chismosos y entrometidos. No voy a negar esto porque, efectivamente, existen compañeros que se han esforzado por desgraciar y perjudicar la vida personal de los famosos, pero créanme que no todos aplicamos esa cruel y traicionera forma de manejarnos en esta apasionante y “loca” profesión.
Durante años, los hombres hemos juzgado a las mujeres de ser unas chismosas, de contarse los más íntimos secretos y de paso hablar sobre los nuevos romances y truenes de las celebridades. En cambio, los caballeros siempre nos hemos jactado de ser unos expertos en los deportes y ante los amigos y familiares hacemos como que los espectáculos son para los homosexuales y las señoras de la casa.
Seamos honestos señores, los seres humanos somos morbosos por naturaleza. Bajita la mano y como no queriendo, la mayoría sabemos las últimas noticias de las estrellas nacionales y extranjeras; Eiza González y sus escándalos, el nuevo amorío entre Sebastián Rulli y Angelique Boyer, la muerte sorpresiva de Robbin Williams y por qué no, también si la duquesa Kate Middleton está nuevamente embarazada.
Según los estudios, los hombres somos los que más consumimos este tipo de información. Aunque no lo crean, somos nosotros quienes compramos más las revistas semanales especializadas en los chismes y suposiciones, claro está, me refiero a TV Notas y TV y Novelas.
¿Saben ustedes por qué la parte trasera de estas publicaciones tiene en grande publicidad de zapatos o lencería? Porque a los caballeros nos avergüenza que nos vean leyendo este tipo de revistas y para evitar el famoso ¿qué pensarán de mí? O bien, ¿qué dirán si me ven hojeando esto?, decidimos doblar esta “enciclopedia artística” y así nadie podrá ver lo que llevamos en nuestras manos.
En contraste, si traemos una revista de autos, de moda tipo GQ, o bien, el periódico ESTO o RÉCORD, ahí vamos cargándolo de arriba a abajo presumiendo los marcadores de la liga mexicana, caminando con él campantes y con orgullo, como si fuera una bandera presumiendo lo varoniles y machos que somos.
Les comparto estas anécdotas, porque siempre me pasa lo mismo; cada que llego a una reunión o fiesta, las mujeres son las primeras en preguntarme los chismes actuales, mientras los esposos o amigos, se hacen los “sordos” y hasta preguntan simulando no saber nada. Al pasar de una hora y ya con unas copas encima, los supuestos “despistados” resultan estar más enterados que ellas y que yo, siendo que a esto me dedico.
No nos hagamos tarugos y seamos honestos. El chisme de la farándula, sus escándalos y todo el color rosa que envuelve este tipo de periodismo, nos gusta a la mayoría, por algo tienes entre tus manos una columna en medio de una sección de espectáculos.
Moraleja: Que digan, que hablen, que te valga madres. Disfruta tu vida y mejor comparte los chismes, que esos, al menos a mí, me encantan.
5, 4, 3, 2... ¡CLARKETAZO!
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