RUIDO SUBTERRÁNEO

06/06/2014 05:00 Sergio Flores Actualizada 16:05

 

CON SELLO RUPESTRE

Sergio Flores Camaño

El vocalista de la banda Tatuaje Vivo, Omar Castro, trabaja en un álbum rupestre junto a Rod Levario, en un proyecto que los está haciendo desempolvar las guitarras acústicas y las armónicas.

“Llevamos trabajando más de un año en ese disco, son canciones que inicialmente no les gustaban a mi banda, pero pues yo confié en ellas y Rodrigo (Levario) también. Siempre he tenido la inquietud de regresar al estilo rupestre, en el que ya grabé un disco”, dijo  el vocalista en visita a El Gráfico.

Tatuaje Vivo, que nació en 1999 y desde entonces  ha editado más de diez placas en varias  disqueras independientes, tomará en este proyecto un sonido más acústico junto al ex  de Heavy Nopal (Levario). 

“La banda ha pasado por altas y bajas, hemos cambiado de integrantes, nos hemos reinventado. Ahora tenemos esta producción junto a Rodrigo, quien además de grabar y producir las canciones, toca la guitarra, hace coros, voces, implementa nuevos instrumentos, hace de todo un poco”, explicó el creador de “Cambiando de piel” y “Viejas rolas de rock”.

“Trabajar junto a Rodrigo es una experiencia muy agradable pues antes de tocar yo era fan de él. Ahora participar a su lado deja grandes cosas, es un gran aprendizaje el trabajar junto a un músico que ya tiene una larga trayectoria, todo el tiempo se aprende”.

Tatuaje Vivo tiene un camino de 15  años. Su primer disco lo presentaron en 1999, se trataba de un EP que regalaban en sus tocadas y que lo grabaron en la casa-estudio del músico León Vago. 

Más tarde realizaron el material discográfico  Caminando al cielo, con el productor y músico Lalo Tex, vocal de los Tex Tex, que los situó como la Banda Revelación de Rock Urbano-Rupestre ante la Banda Rockera, lo cual les abrió el camino para llegar a diversos estados del país.

En 2006 tuvieron un ascenso al firmar con Denver, sello en el que reeditaron, en tres discos, sus seis primeros discos: De qué me sirve,  Lo de ella y yo y No voy a morir de tu amor.

“Fue un trabajo de casi dos meses y medio encerrados todo el día en los estudios de Denver, pero valió mucho la pena porque recuperamos esas canciones y nos dio un impulso aún mayor”, finalizó el cantante.

 

 

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