El respeto a Liger

Gabriel Cruz

OPINIÓN 02/07/2019 09:07 Gabriel Cruz Actualizada 09:07

A pesar de tratarse de una figura de talla internacional, que sumó experiencia sobre cuadriláteros de todas partes del mundo, el respeto y agradecimiento que tiene el luchador Liger por el pancracio mexicano es tanto, que lo incluyó en su temporada de despedida de los enlonados profesionales.

No es algo casual que el nipón, quien en México fue capaz de sostener grandes batallas defendiendo ambas esquinas, sea despedido tanto en la Arena México, el próximo 19 de julio, como en la Arena Coliseo, un día después. Ambos son dos recintos imperdibles para un señor de esa calidad y talento.

Según contaba hace unos días su compatriota y también luchador, Okumura, para Liger, la Arena México es como su "segunda casa", ya que al igual que muchos otros gladiadores de aquel país, habitó el gimnasio de la empresa coliseína para pulir su estilo, no vino a aprender lucha libre, de eso saben y mucho en su país, pero lo que también reconocen es que el tipo de lucha que se practica en México es indispensable para ser un esteta completo.

Al contrario de la mayoría de los luchadores foráneos que vienen a trabajar a México, a Liger no se le puede reprochar absolutamente nada, siempre fue entregado y capaz de volcar la arena a su favor, sin aspavientos, solo con lucha libre.

Carístico, Último Guerrero y el Negro Casas serán los rivales en la última aparición de Liger en la Arena México. Una batalla a cuatro esquinas poco usual en la "Catedral del Pancracio".

Se trata de tres representantes importantes del CMLL. Carístico, el último ídolo del pancracio azteca; Último Guerrero, un estandarte de la escuela lagunera, que desde hace un buen tiempo domina las carteleras de la empresa: y el Negro Casas, eslabón de la generación surgida en la década de los 80 y el que mejor forma física muestra al luchar.

¡Buenas luchas!

 

Comentarios