El pacto de los cacahuates

LEO AGUSTO

OPINIÓN 12/06/2019 10:27 LEO AGUSTO Actualizada 10:27

El presidente Donald Trump mostró de entre su saco una hoja blanca de papel doblada horizontalmente en tres partes y dijo que ahí tenía una parte, un folio, del “acuerdo secreto” que habían firmado los gobiernos de México y Estados Unidos. Y que nuestro gobierno daría a conocer los detalles cuando lo considerara pertinente, así la diplomacia del “amigo americano” dedicada a quien apoyó en campaña a Hillary Clinton y que hoy es el canciller.

La declaración de Trump avivó los rumores respecto a los “acuerdos secretos” y generó una crisis en la política interior, donde las corrientes internas de Morena ya veían en el “éxito” de Marcelo Ebrard en las negociaciones de Washingtón, D.C., la escapada en solitario en la carrera presidencial, porque en eso están pensando perfiles como Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum; en la sucesión de 2024, no en el país. Cómo estarán las cosas, que hasta Ebrard opaca la figura del Presidente. 

Y en eso, Ebrard tuvo que informar públicamente los detalles de la negociación en curso y ofrecer a detalle la bitácora del viaje a Washington, incluyendo los célebres cacahuates, donde quedó claro que México tiene 45 días para reducir drásticamente la migración centroamericana o, de lo contrario, se convertirá en el “tercer país seguro” que ya es de facto, esto con la amenaza de imposición de tarifas arancelarias a productos mexicanos en Estados Unidos. 

Periscopio

Fue asesinado a balazos el ecologista José Luis Álvarez, quien en vida fue defensor del santuario del mono saraguato aullador en Tabasco y ya había solicitado protección del gobierno debido a que había recibido amenazas por sus denuncias de la explotación clandestina del río Usumacinta, principalmente de arena, muy cotizada en la industria de la construcción. ¿Es José Luis Álvarez una víctima más de la Austeridad Republicana, cuyos recortes presupuestales han dejado sin protección a sectores vulnerables de la población? 

Radar de lo absurdo

“Tenemos que aguantar y bajarle a nuestros privilegios”, dijo la senadora plurinominal Jesusa Rodríguez para justificar su pronunciamiento en contra del Fonca y sus becas a creadores, principalmente jóvenes. Lo dice quien en el primer año de la actual Legislatura sólo ha presentado cuatro iniciativas de ley como promovente y se ha parado tres veces en la tribuna del pleno, con todo y que su dieta mensual es de 105 mil pesos.

Aún nos queda a deber con su pobre desempeño legislativo, que más bien parece una beca de seis años otorgada por el gran jefe cabecita de algodón, estímulo que se suma a las becas previamente ganadas por Jesusa como la Guggenheim y Rockefeller. ¿con qué cara lo dice, senadora?

Bitácora de los Ángeles del Gordo

El campeón de boxeo, Andy Ruiz, Jr., visitó al presidente López Obrador en Palacio Nacional y el tabasqueño obsequió un billete conmemorativo al pugilista, que previamente había recibido por parte del gobernador del Banco de México, ¿reciclaje, “roperazo” o será que ya se cansó el ganso?

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