El monrealazo ataca de nuevo

LEO AGUSTO

OPINIÓN 10/04/2019 09:26 LEO AGUSTO Actualizada 12:26

Hace muchos años, a finales del siglo pasado, Ricardo Monreal buscó desde el Senado la candidatura del PRI a la gubernatura de Zacatecas, pero le fue negada y, sin embargo, el zacatecano no cejó en su afán por gobernar el estado que le vio nacer. 

En los tiempos del partido único, la rebeldía se castigaba con la muerte política y electoral del sublevado.

A finales de la década de los noventa la democracia en México comenzaba a verse y a cambiar el panorama político ya que hasta entonces sólo desde el PRI se permitía llegar al poder, el partido tenía a su servicio el “aparato” de Estado y el Estado estaba al servicio del partido, especialmente en tiempos electorales. Pero el país venía de un par de elecciones, la de 1988 y 1994, donde se comenzaron a abrir espacios de participación para la derecha panista y la izquierda, bajo las siglas del perredismo. 

Y ahí se coló Monreal, al trasladar la base social del PRI en Zacatecas y endosarla al PRD. A dicha jugada política hoy se le conoce en los bajos fondos de la polítca mexicana como el “monrealazo”.

La elección para gobernador en Puebla ha sido motivo de discordia entre Ricardo Monreal y Miguel Barbosa; la cuarta transformación se toma una pausa para un ejercicio de depuración donde ambos personajes tienen cierta semejanza con Alien y Terminator, ni a cual irle.

Ayer, Miguel Barbosa fue denunciado ante la Fiscalía General por los delitos de lavado de dinero, operaciones inmobiliarias fraudulentas y una pequeña lista adicional. Lo que llama la atención es que la denuncia no viene del candidato del PAN, Enrique Cárdenas. No, la denuncia fue hecha por un compañero de su propio partido, Alejandro Rojas.

Independientemente de la resolución legal de este caso, tendrá un costo en votos para Morena en Puebla y en otras entidades donde también hay procesos electorales este año. 

Monreal coordina la bancada de Morena en el Senado y no sería de extrañar que las negociaciones para alcanzar las mayorías, especialmente las calificadas, comiencen a entramarse, como consecuencia de la división de Morena, en uno de los estados con mayor número de votantes. Además, se trata de la entidad que necesita el partido oficial para crear un corredor guinda entre la Ciudad de México y Veracruz.

La duda es qué hará Ricardo Monreal con esos votos y su estructura, que puede convertirse en el fiel de la balanza para la elección poblana, ¿se pintarán de guinda o de azul?

Radar de lo absurdo. Resulta que Fer Coca fue despedido de la dirección del Canal 14 por su jefe Jenaro Villamil porque Coca quería investigar presuntos actos de corrupción en el sexenio anterior. Coca declaró que la llamada “estafa maestra” es un juego de niños comparada con la corrupción que vio al interior del SPR durante la gestión de Armando Carrillo Lavat. Es de reconocer que el seudo reportero ha sido un combatiente de la corrupción, pero de la que no es parte.

Justicia y desgracia, diría el Benemérito de las Américas para después volverse a morir.

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