La noche del viernes 2 de abril de 1943, El Santo se midió con Tarzán López, en busca del campeonato mundial medio de la NWA, para cerrar la función inaugural de la arena Coliseo.

Una función de gala. Así fue el arranque del embudo coliseíno que este sábado celebrará con un evento "normal" otro año de existencia. 

Carístico, quien por cierto, tiene en su poder aquel cinturón que retuvo López, modificado y con un nuevo aval, encabezará la velada en Perú 77. Será el capitán del bando científico para enfrentar a los rudos que comandará el Negro Casas.

También habrá un mano a mano, como el programado en la cartelera de estreno, pero no estará nada en juego, solo el orgullo de Volador Jr. y Mephisto sobre el enlonado. El flyer que circula en las redes sociales oficiales del Consejo Mundial de Lucha Libre, lo señala como el cartel cumbre del aniversario del embudo coliseíno. Ojalá hubiera existido algo más relevante, pues en el papel quedará como una mera anécdota.

Asistir a un evento de aniversario de la Coliseo debería ser una cita mágica, anhelada. Algo que no puede nacer en la mente del aficionado, que semana a semana asiste a esa y otras arenas de lucha libre, es responsabilidad y trabajo de otros.

Una lucha de máscaras sería lo ideal, aunque programar algo así no es sencillo. Implica costos que tal vez, el poco aforo del inmueble impide cubrir. Pero hay más opciones.

Instaurar una Copa para festejar a la arena, poner en juego algunos de los campeonatos que hay en la empresa. En fin, hay muchas y variadas maneras de lograr que una fecha así no pase desapercibida.

¡Buenas luchas!