Dos de octubre, entre la verdad y la impunidad

LEO AGUSTO

OPINIÓN 01/10/2018 09:54 LEO AGUSTO Actualizada 14:54

Se cumple medio siglo de la sangrienta represión del Estado mexicano en contra de estudiantes. A los muertos de la Plaza de las Tres Culturas hay que sumar los estudiantes caídos durante el halconazo de 1971 y también a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero.

Con la llegada de Morena al poder, y al igual que en el año 2000 con Vicente Fox, México volverá a debatir entre “leyes de punto final” o comisiones de la verdad.

En la alternancia foxista, dominó la impunidad para los crímenes del pasado, pero 18 años después las cosas son muy diferentes en nuestro país, porque no sólo son los crímenes que se cometieron durante los primeros 70 años del PRI en el poder. 

Ahora, hay que sumar los miles de desaparecidos como consecuencia de la guerra contra el narco de Felipe Calderón, con el desbordamiento de la violencia durante este sexenio que termina.

Lamentablemente, para el mundo, México es una enorme fosa clandestina, un país herido por una guerra que no ha sido reconocida por ninguno de los dos últimos presidentes. 

A pesar de los no pocos dislates que han tenido tanto el presidente electo como su equipo y sus bancadas legislativas, encuestas internas del gobierno federal otorgan a AMLO una aprobación popular de 70%. Esto no debe leerse como un indicador de simpatía, sino como termómetro del hartazgo social.

Cien días serán pocos para dar resultados, pero serán los únicos que tendrá AMLO para anunciar acciones contundentes, si quiere mantener ese enorme voto de confianza. 

En el radar. Como parte de la conmemoración del 2 de octubre. La Filmoteca de la UNAM proyectó con nutrida asistencia dos obras simbólicas de la época: El Grito, un documental de Leobardo López Arretche que se presentó totalmente restaurado, y Olimpia, la primera película del 68 que ha sido producida por la Universidad Nacional, esto en la Plaza de las Tres Culturas. 

Habrá que estar pendientes de futuras proyecciones de este par de filmes para entender una herida en el tejido social que no ha terminado de sanar.

Bitácora de Los Ángeles del Gordo. En un país como México, donde la cultura nacional es nuestro máximo aporte a la humanidad, es un insulto que el ex integrante de un grupo de popfolk con todos los ingredientes de la cultura Televisa, sea quien presida la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. El diputado Sergio Mayer dijo en su defensa que no se necesitaba ser Sócrates para encabezar dicha comisión legislativa. Y tiene razón.

 Lo realmente lamentable es que para ocupar un cargo de dicha envergadura lo único que se necesita es ser yerno del verdadero dueño de la curul que ocupa el diputado del PES, de profesión desnudista. Don Jaime Camil debe estar orgulloso. En la cuarta simulación no hay lugar para la meritocracia.

Algo que usted no debe perder de vista es que Mayer también es utilizado como un pequeño cebo que se lanza al ruedo para distraer la atención de asuntos más importantes que surgen durante este periodo de transición, como la intención que tiene el presidente electo de intervenir en el Banco de México, vulnerando así la independencia con que ha operado esta institución en materia de política monetaria. 

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