El fin de semana, Alberto Ciurana responsable de los contenidos de Azteca puso un comentario incendiario en las redes sociales. Con la frase “Descanse en paz la telenovela en México”, el de Guanajuato desató una serie comentarios de sus seguidores que iban desde serviles afirmaciones de su equipo de trabajo —o de quien quiere quedar bien por un hueso— hasta juicios inteligentes que comentaron con precisión la “crisis” que existe detrás de ese género. 

Seguramente Ciurana tiene otros datos, pero las telenovelas siguen siendo atractivas, pregúntenle a los Turcos. Sí, los tiempos han cambiado y la transformación de la telenovela a la serie es evidente debido a que la audiencia quiere saber de un jalón en qué acabará la historia de su personaje favorito, pero el entorno emocional que genera una buena historia en la audiencia sigue siendo el mismo.

Alberto comentó que le toca hacer una buena ficción con menos capítulos, subrayó que la audiencia no quiere más de lo mismo y menos refritos de los refritos, post que dio paso al anuncio de ‘Rosario Tijeras’ haciendo caravana con sombrero ajeno del proyecto que de origen es un refrito, propuesto por Joshua Mintz, otrora ejecutivo de Azteca. 

Sí, la televisión está obligada a dar contenido diferente y que satisfaga las necesidades de una audiencia que toma la decisión de ENTRETENERSE en apenas siete segundos. El comentario innecesario y sensacionalista de Ciurana, fue un golpe estratégico para decir “aquí estoy” en medio de una serie de fracasos que no han logrado rescatar a una TV Azteca que en solo unos meses ha perdido identidad y no despega con su audiencia; sí hay que destacar sus logros ha crecido su ‘star system’ y ahora vemos otro tipo de personajes en pantalla —lejanos a público de Azteca, pero diferentes— sus propuestas como A+ crece por su oferta popular y qué decir de ADN 40 o sus noticiarios y eventos deportivos que mantienen la preferencia de un gran sector de la audiencia. 

Sin embargo su icónico ‘Venga la alegría’ se desplomó, ‘Todo un show’ no ha salido de ‘perico perro’ y sus frustrados intentos de crecer a más de tres millones de espectadores con ‘La Voz’ fueron un costoso sueño que solo afecta productos como ‘Ventaneando’ o ‘Enamorándonos’. Es injusto para la audiencia de Azteca UNO que en las redes se disfrace esa crisis, hubo una generación completa que construyó Azteca y que ahora padece por malas decisiones y comentarios absurdos desde el paredón digital. Nos leemos la próxima, aquí donde quizá hablemos de ti.