Para Raúl Gudiño fue un sueño jugar su primer Clásico Nacional

Raúl Gudiño, portero de las Chivas, es un especialista en atajar penales.

Paró dos con el Tri en el Mundial Sub 17 en 2013 para dejar fuera a Brasil y avanzar a la final. En el Porto de Portugal, donde Íker Casillas fue su maestro, también fue un férreo guardián frente a las penas máximas en su paso por el equipo juvenil de los Dragones. 

Pero ayer se graduó con honores al impedirle el festejo de gol al americanista Mateus Uribe en un agónico penal en el Clásico nacional. 

“Es un punto importante, estoy contento con mi primer clásico. Esto es un sueño”, comentó Gudiño. 

“Se logró con base en las buenas cosas y la unión del equipo, pero esto es Chivas: puros mexicanos”, celebró el arquero de 22 años. 

Gudiño fue héroe en el partido por el orgullo. Detuvo un par de ocasiones claras de las Águilas y, aunque cometió el penal, se sacó la espina al detener el cobro del colombiano. 

“El equipo jugó bien, no ganamos porque así es el futbol. No hay vuelta de hoja. A mí me deja tranquilo el accionar en la cancha. Y es un buen resultado, aunque no ganamos”, abundó.

CONTRA URIBE

Otra visión del partido ofreció el timonel azulcrema, Miguel Herrera, para quien sus pupilos le pasaron por encima a los rojiblancos. 

“Fuimos infinitamente superiores a Chivas, se ve en las intervenciones que tuvo el portero Agustín Marchesín”, atizó El Piojo. 

 Sobre el hecho de que Uribe pateó desde los once pasos, Herrera se mostró sorprendido: “No tengo idea de por qué cobró el penal. No se engañen, sólo hubo un equipo que intentó ganar”. 

MUCHO CORAZÓN

Por su parte, José Cardozo, timonel del Rebaño Sagrado, comentó que sus pupilos demostraron mucho pundonor. 

 “Iba a ser injusto que uno de los dos equipos ganara. No basta con jugar bien, hay que poner el corazón y el alma; los jugadores lo hicieron. No vinimos por un puntito, vinimos a tratar de ganar. Jugamos con amor propio”.