Javier “Chamaco” Valaguez maduró en la Arena Isabel de Cuernavaca

Cuando uno se refiere a la Arena Isabel de Cuernavaca y sus recuerdos, de sus auténticos ídolos de carne y hueso, surgido y formado en las filas de la escuela de lucha libre de este inmueble, sin lugar a duda, la máxima referencia de la cual se puede hablar, es la de Javier “Chamaco” Valaguez.

Así lo refirió el doctor Eduardo Cué González, administrador de la arena en los últimos 30 años de su existencia, quien conoce la historia por dentro y por fuera, al considerarla como su segunda casa. “Son muchas las historias y vivencias que realmente no podríamos terminar incluso ni escribiendo un libro. Sin embargo, debemos de ser, en una justa medida, agradecidos y reconocer a quien realmente trascendió más allá de nuestra imaginación, con un joven que llegó, como todos, a pedir una oportunidad y ese fue Javier Valaguez Prado”, recuerda con nostalgia.

Su físico realmente no ayudaba mucho en ese momento, “pero si su voluntad, fuerza y determinación de ser alguien en el ring. Gracias a su trabajo en el rastro de Cuernavaca y en las carnicerías que instaló con su familia, en el mercado López Mateos, mantuvo un trabajo físico permanente.

A pesar del paso de los años, se mantuvo como un chamaco. Intentó en sus inicios usar un equipo que incluía máscara, pero no causó impacto.