Como navaja

“El Caifán” confía en volver a codearse con los mejores en la lucha libre independiente

La mala racha quedó en el olvido, el único recuerdo de ella son unas plantillas ortopédicas que usará para siempre, pero mira de frente y con orgullo, a la espera de grandes batallas

(Foto: Archivo El Gráfico)

Deportes 23/12/2018 21:32 Gabriel Cruz Actualizada 21:42
 

Rush, Pagano, Atlantis y Mr. Niebla, de ese nivel eran los rivales a los que se enfrentaba El Caifán cuando una lesión lo puso al borde del retiro. Pasado al trago amargo, y, tras una larga rehabilitación, el regio sacó los arreos para regresar al camino de los costalazos en busca de la gloria perdida.

Más fuerte y recuperado del malestar que lo aquejaba, ya suma varias funciones desde su reaparición que lo han dejado con un buen sabor de boca, “soy un Caifán repuesto, con ganas de volver a los carteles que estaba acostumbrado, con mucha hambre de triunfo y éxito, eso no lo he perdido. Fue un tiempo para reflexionar y recuperarme físicamente porque estaba muy mal”.

Con las rodillas destrozadas tuvo que decir adiós, parecía una despedida definitiva, eso pensaba él. “Es una ralidad, pensé en no volver, principalmente por mi familia, pensando en el bienestar de mis hijos pequeños, pero afortunadamente caí en buenas manos que me tienen de vuelta, sano, sin tener que tomar medicinas ni nada, solo con mi preparación física”.

Acepta que fue un error haber afirmado que era un retiro definitivo, pero no se arrepiente, fue un tiempo que valió para reflexionar, “era algo que sentía de verdad, mi cuerpo estaba muy lastimado y no quería hacerlo más. Hoy, no tengo nada que ver con el luchador que aquel 29 de noviembre se alejó, ahora no tomo nada para aliviar mis dolores. Regreso porque la lucha libre es como una droga, cuando la pruebas ya no puedes dejarla, la llevo dentro de mi ser y fue muy triste ver luchas en la televisión, más porque siempre la he enfrentado con mucho respeto, la amo y además me pagan por realizarla”.

La mala racha quedó en el olvido, el único recuerdo de ella son unas plantillas ortopédicas que usará para siempre, pero mira de frente y con orgullo, a la espera de grandes batallas. “Sobreviví gracias a mi trabajo fuera de la lucha libre, me encerré en eso para no pensar tanto en el deporte, tengo mis carreras técnicas y mi oficio de soldadura, todo eso me ayudó a pasar el tiempo, le dediqué mucho tiempo a proyectos personales para encarar la tristeza de estar alejado de los cuadriláteros, ahora soy completamente feliz”.

 

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