Campeonato Universal de la WWE arrastra maldición en su fajín

Una de las principales metas que tiene un luchador en su trayectoria es convertirse en campeón. Los elementos de la WWE no son la excepción. Tanto en RAW como en Smackdown siempre buscan lucir un fajín en la cintura. 

Sin embargo, en la empresa de la familia McMahon, el campeonato Universal arrastra una maldición, pues tal parece que no le gusta que algún gladiador lo tenga por mucho tiempo.

Este cetro fue creado desde 2016 y ha tenido media docena de luchadores que se han ganado el derecho a tenerlo, pero cinco de ellos han tenido que dejarlo vacante por lesión o por enfermedad.

El 2 de noviembre pasado Brock Lesnar disputó el título y derrotó a Braun Strowman.

MALARIA. Finn Balor derrotó a Seth Rollins en Summerslam 2016 y se convertió en el primer poseedor del cincho, pero tuvo que dejarlo por una lesión en el hombro.

El siguiente fue Kewin Owens, quien tuvo mejor suerte que Balor, ya que el campeonato estuvo en su poder 188 días, no obstante, presentó una lesión de una rodilla, por lo que quedó fuera ocho meses.

El veterano Golberg aprovechó que el campeonato estaba sin dueño para ganarlo, sin embargo, el gusto sólo le duró 28 días y lo perdió con Lesnar.

Allí todo parecía una pérdida deportiva normal, pero lo malo fue que unos días después, anunció su retiro de la lucha libre.

Lesnar fue parecía el campeón más fuerte y el título duró con él aproximadamente 508 días, pero al no tener casi defensas, fue obligado a arriesgarlo con Roman Reings y lo perdió.

Reings sólo estuvo 64 días como Campeón Universal, hasta que hizo el anuncio de que lo tenía que dejar porque se retiraría para luchar contra la leucemia.