Caín Velásquez busca un respiro en los enlonados de la lucha libre

Menos de treinta segundos logró mantenerse de pie Caín Velásquez ante el camerunés Francis Ngannou, en febrero pasado. 

El escenario era un octágono, igual al que alguna vez atestiguó su poder en las artes marciales mixtas que lo llevaron a ser el mejor, el campeón.

Poco más de dos años sin actividad en la UFC llegaron a su fin hace menos de dos meses, el resultado fue demoledor para el peleador de raíces mexicanas. Tras levantarse y ver la mano de su oponente arriba, el “Brown Pride” supo que era tiempo de explorar otros caminos y lanzó un anzuelo jugoso para despertar el interés de un mundo que lo sedujo hace tiempo: el de la lucha libre profesional.

“Los golpes en la lucha libre no son reales”, fue el dardo que halló el blanco perfecto en la empresa Triple A, acostumbrada como ninguna otra en México, a explotar mediáticamente cualquier cosa.

Días después, se “escondió” tras una máscara para aceptar el reto, con los ojos ocultos por la sombra de la tela y la certeza de haber elegido bien la siguiente batalla en su vida profesional. “Los golpes no son reales”, reiteró. “Pero es muy dinámico, es diferente, lo he practicado en la WWE y es un deporte que me gusta”.

No es una disciplina nueva ni desconocida para Velásquez, quien el 19 de julio de 2018 entrenó bajo la mirada de Norman Smily en el “Performance Center” de la empresa, en Orlando, Florida. Aquél exluchador que triunfó como Black Magic en la Arena México en la década de los noventa, terminó por sembrar en Caín la semilla del gusto por los costalazos. “Es un gran deporte que me ha gustado desde que era muy chico. Lo he practicado mucho tiempo y quiero meterme y ser lo mejor que pueda”.

Y lo hará, aunque sin la certeza del éxito asegurado. “Es demasiado fácil encontrar diferencias, pero espero el mismo nivel de entrenamiento y preparación. Respeto el atleticismo de los luchadores y sé que esto no será fácil ni mucho menos”.

No será un salto sencillo, muchos han tomado el camino contrario, primero se azotaron en los enlonados de paga y después probaron sin gran éxito el enrejado. Alberto del Río, quien luchaba como Dos Caras cuando emprendió la aventura, tuvo marca 9-5 en las artes marciales mixtas y es recordado por haber sido noqueado por Mirko “Cro Cop” Filipovic con patadas a la cabeza en octubre del 2003. Un par de años antes, José Alvarado, Brazo de Plata o Súper Porky, fue sometido por Takumi Yano en su única participación en las MMA.

Velásquez parece estar huyendo de las reglas, en la lucha libre hay pocas, la mayoría no escritas y fáciles de eludir. “No me preocupan en este momento. Lo que me interesa es ofrecerle un espectáculo al público mexicano que me ha apoyado. Ellos se lo merecen”.