Miguel Layún es muy aferrado; del América a Rusia 2018

EN LA CARRERA de Miguel Layún, todo ha sido culpa de su terquedad... por triunfar. 

De ser blanco de burlas en el América se convirtió en campeón con las Águilas, jugó en Italia, Inglaterra, Portugal y España; ha hecho goles en Champions y hasta perforado la portería del Real Madrid. 

Ahora vivirá su segunda Copa del Mundo, guiado por esa obstinación que tiene desde niño. 

“Siempre quise ser futbolista y he hecho todo para cumplir mis sueños. Le prometí a mis papás que si a los 20 años no estaba en Primera División me retiraba y me ponía a estudiar. Y gracias a Dios aquí estamos”, recuerda. 

El zaguero es el tercer jugador con más minutos, 2 mil 306, en la era del entrenador del Tri, Juan Carlos Osorio. Y al reflexionar sobre qué lo hace un jugador diferente, no duda en responder:

“La determinación con la que he afrontado mi carrera. Eso me hace sentir único. Si algo me caracteriza es que cuando se me mete algo en la cabeza no paro hasta lograrlo”. 

Ahora se alista para disfrutar otra magna cita futbolera. “Pocos pueden estar en un Mundial. Es un sueño”. 

Cada uno de sus éxitos está dedicado a su esposa e hijos, confiesa Layún. “El festejo que siempre hago es besar el tatuaje que tengo de los labios de mi esposa y de las pulsaciones de mis dos hijos”. 

Además de atesorar los latidos del corazón de sus niños, guarda invaluables momentos: “Mi primer juego en un Mundial, el gol que anoté con Sevilla al Real Madrid y el parteaguas que significó para mí el penal con América”, que le dio el título ante Cruz Azul. Y espera aumentar esos pasajes felices en Rusia.