Un mundo con curvas

ENTREVISTA: Alpinista Carlos Carsolio crea un 'mundo mágico'

El alpinista Carlos Carsolio crea un espacio escultórico vivencial que busca terminar con el pensamiento cuadrado y fomentar el interés por la ciencia y el arte

(Foto: Archivo El Gráfico)

(Foto: Archivo El Gráfico)

Deportes 17/11/2016 12:02 Gabriela Sánchez Actualizada 11:53
 

Introducirse en el vientre de una venada gigante embarazada, tocar tambores para sentir el latido de su corazón y después salir disparado en un tobogán, simulando un renacer.

Pararse sobre un enorme astro rey y verlo alcanzar su mayor altura en un bello solsticio o deslizarse sobre un acelerador de patinetas, para entender a los misteriosos hoyos negros.

De esas experiencias está lleno el espacio escultórico vivencial de Carlos Carsolio, ubicado en el parque Flor del Bosque, en Amozoc de Mota, en Puebla, y que consta de siete piezas monumentales: Geometría floral, Horizonte de sucesos, Cerebruum Mobile, Risco al viento, Adagio, súbito e fuga; Florilegio y Venanda Talavera.

Una vía que el también ingeniero civil e inventor encontró para transformar a México en un país de exploradores, de mentes inquietas; para expresarle a las nuevas generaciones que el mundo tiene curvas y los paradigmas están para romperse.

“Estuve cinco meses diseñando en mi mente, luego en papel y computadora los planos y vistas en tercera dimensión para hacer las maquetas y transmitírselo al equipo, formado por 200 ayudantes. Después fueron seis meses de obra”, relata Carsolio, primer latino en alcanzar las 14 cumbres más altas, incluyendo el Everest.

“Escalar es muy parecido a esculpir. Cuando diseñas la apertura de una nueva ruta en la roca vertical, la planeación, la imaginación en tercera dimensión, la toma de riesgos es similar a cuando esculpes una pieza monumental: estar colgado de lo alto, ver las distancias, el volumen, las proyecciones”, afirma Carlos.

ARTE Y CIENCIA

El primer acercamiento de Carsolio al arte de esculpir fue haciendo piñatas ornamentales cuando era niño para solventar los gastos que generaba su actividad de alpinista. Y admite que “mi mejor maestro de arte fue la naturaleza”.

Ahora ve realizado un sueño en su espacio escultórico, con piezas inspiradas en el medio ambiente, el deporte, la ciencia y hasta las matemáticas.

Geometría Floral, narra, “es para hacer parkour —saltar muros, rejas, árboles, etcétera—, pero se puede usar para lo que quieras: leer, ceremonias de yoga, danza o gimnasia. Ahí también está claramente conceptualizado el teorema de Pitágoras”.

En la escultura del sol, “se aprenden conceptos de astronomía, óptica y acústica; si gritas dentro de él te sientes dentro de una esfera y sólo es una rebanada”.

ARMONÍA SOBRE RUEDAS

Horizontes de sucesos cuenta con tres esculturas que permiten jugar con la gravedad y la inercia. Puede ser utilizada con patines y bicicletas; resalta el primer bucle (loop) patinable de concreto en el mundo. Y ahí ocurre el mejor ejemplo de integración social, una de las metas del espacio escultórico vivencial.

“Es muy bonito ver a patinadores de hueso duro, con tatuajes y humildes con sus patinetas viejas que siempre están marginados por ahí en una esquina, donde nadie los pela ni se acerca porque creen que es zona de drogadicción”, expresa.

“Aquí es al revés, el público les aplaude, les avienta una moneda para su refresco y hay integración social, desde la gente más rica hasta un campesino de sombrero aplaudiéndole a los patinadores”.

Una de las mayores atracciones es Venanda, que cuenta con un mirador para disfrutar las 700 hectáreas de pastizales y bosques de encino del parque, donde vive el venado cola blanca.

“Venanda es la venada más grande del mundo forrada con talavera. En su interior caben unas 30 personas, la idea es que hablen de sus problemas, los dejen ahí y luego renazcan tras deslizarse en unos toboganes. Es como sentirte cobijado de nuevo por el vientre materno”, describe Carlos Carsolio.

ROMPER ESQUEMAS

“Todos mis espacios son para generar una mente inquieta, para hacer de México un país de exploradores y que los niños piensen en soluciones y no en quejas”, explica.

“El objetivo es romper paradigmas, decirles: ‘Desde la cuna has visto líneas rectas, pero el mundo está lleno de curvas”, abunda.

 “Todos los niños son artistas, exploradores, y la sociedad y el sistema los están sometiendo a un pensamiento muy cuadrado”.

Y así, mientras las personas pasan la mayor parte del tiempo frente a una computadora, reciben una educación lineal y viven en urbes de concreto, Carlos Carsolio sale a gritar, con sus esculturas, “que el mundo es rugoso, que hay que romper los miedos y salir a experimentar en el mundo real”.

“ Todos mis espacios son para generar una mente inquieta, para hacer de México un país de exploradores”

CONÓCELO

Nombre: Carlos Carsolio. 

Edad: 54 años.

Ocupación: Es escultor, inventor, conferencista y empresario.

Principales logros como alpinista: Primer latinoamericano en ascender las 14 montañas que superan 8 mil metros de altura. Primer hombre en alcanzar 4 cumbres de picos de más de 8 mil metros de altura sin tanques de oxígeno. Primero en establecer nuevas rutas de alpinismo vertical en las Grandes Paredes de la Isla de Baffin, en el Círculo Polar Ártico.Trabaja actualmente en un generador submarino de corriente en el mar, con el reconocido inventor Manfred R. Kuehnle.

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