Lucha libre

Microman sigue creciendo en el ring

Además de lidiar con ruditos, Microman sostiene una dura batalla contra la fama, su peor enemiga tras un año como profesional

(Foto: Gabriel Cruz | El Gráfico)

Deportes 17/04/2018 17:17 Gabriel Cruz Actualizada 19:17
 

Tras la máscara de Microman se oculta la mirada de un joven tímido que ha sufrido para sobrevivir en la selva llamada lucha libre, pero lo ha hecho con valentía y sin miedo hasta convertirse en uno de los estandartes del grupo que está por cumplir su primer año de vida en las filas del Consejo Mundial de Lucha Libre.

"He trabajado mucho en mi personalidad porque debajo de la máscara hay una persona muy seria, y es algo que no va en este ambiente, es algo en lo que quiero poner mucha atención, dicen que tengo carisma y quiero aprovecharlo", advierte el pequeño enmascarado.

Nació para ser luchador, dice que ya lo traía en la sangre, su padre se lo heredó, "siento que desde antes de nacer la lucha estuvo presente en mi vida, tardé en decidirme por ella pero salieron bien las cosas y aquí estoy".

Sentado en la ceja del cuadrilátero de la arena México, Microman acepta que el gigante intimida, incluso vacío lo respeta, "me siento contento porque nos tomaron en cuenta para el regreso de este concepto, le echo muchas ganas en los entrenamientos porque la gente nos pide calidad en el ring".

Ha sido un año de mucho aprendizaje, cosas que no se imaginaba iban a pasar lo han sorprendido. Era como soñaba "pero uno pensaría que es más fácil: luchar y cobrar. Pero no, a veces sube mal de salud, de ánimo, con problemas y hay que hacerlo bien".

Cuando aquel niño lo detuvo por primera vez sintió extraño, pensó que lo iba a molestar, solo quería un autógrafo, el primero de Microman, "me dio alegría pero fue raro, no esperaba que la gente me aceptara tan rápido. Cambio mucho mi vida personal, me la paso más en la lucha que con la familia. Es una vida cansada, te la pasas en camiones o aviones pero es lo que me gusta".

Lejos de ser un relleno en los carteles, los micro estrellas han regresado a las plazas del Consejo Mundial de Lucha Libre para demostrar que la calidad no se mide por el tamaño sino por la preparación, y en la nueva etapa del concepto, Microman acapara las miradas y los aplausos por su desempeño y carisma.

Así que de inmediato la fama se convirtió en un enemigo a vencer, "gracias a mi papá y a mis compañeros. Es muy fácil perder el piso y lo más importante es saber escuchar al compañero porque son los que te ven de fuera, no es sencillo, hay que aceptar los consejos, reflexionar y trabajar en eso".

Hoy, sabe que puede vivir de la lucha libre pero sin desechar un respaldo extra, así que piensa retomar pronto su carrera de programación, "porque la lucha no sabes cuándo se pueda acabar, quiero saber moverme en otro ambiente".

(Fotos: Gabriel Cruz | El Gráfico)

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