¡En la tablita!

Salvavidas surfista rescata a cinco turistas de un jalón, usando su long board y sacando a uno hasta de las greñas

Foto: Enrique Gutierrez

Foto: Enrique Gutierrez

Deportes 16/07/2016 16:41 Enrique Gutiérrez Actualizada 16:44
 

ACAPULCO.- Viste como Superman, pero casi todos lo ignoran, como la bandera roja que significa peligro. No obstante, es hasta que alguien está por ahogarse, cuando entra en acción.

Su nombre es Alejandro Rosales Nájera y la tarde-noche del pasado viernes se lanzó al mar para salvarle la vida no a uno ni a dos turistas... ¡sino a cinco, de un jalón!
Aunque su longboard (tabla larga) lo supera en altura, este salvavidas-surfista arriesgó su vida para subir a su tabla y hasta de las greñas a todos y cada uno de los desafortunados, que si no hubiera sido por él casi seguramente se hubieran ahogado.

                                                                                                                                                                          (Foto: Enrique Gutiérrez) 

“Ha sido una carrera muy complicada porque, desafortunadamente sí puedes ayudar a algunas personas, pero por otras no puedes hacer mucho y eso te baja la autoestima, aunque uno tiene que seguir adelante”, afirma el salvavidas certificado por la Asociación de California y con 12 años de trayectoria.

Los aplausos y agradecimientos no se hicieron esperar para el nacido en Puerto Marqués, pero más allá de sentirse el héroe Alejandro sólo se sacudió el exceso de agua para luego asumir de nuevo su pose de vigía, pues en caso de emergencia él volvería aapostar la vida para salvar a cualquiera, incluidos los surfistas que compiten en el Vans Surf Open Acapulco.

(Foto: Enrique Gutiérrez) 

Si salvar a algunos compensa no haber podido rescatar a otros, como un hombre de unos 35 años que falleció ayer por meterse al mar alcoholizado, indicó: “Sí, se compensa y mucho porque ayudar a personas que estén en peligro no tiene precio. Desde mi torre vi a las cinco personas que estaban en peligro y tuve la oportunidad de rescatarlos”.

Y añade de su proeza: “Fue difícil, en una situación poco común. Pero aunque estaba yo solo y no tenía apoyo, pues me lancé a su rescate y afortunadamente todo salió muy bien… Hasta de las greñas tuve que sacar a uno, que ya se estaba yendo al fondo”.

Satisfecho, el padre de Aitana, una nena de tan sólo dos años que tiene junto a su orgullosa esposa Mónica, culminó diciendo: “Sólo me agradecieron, no me dieron dinero ni nada y sólo les pedí que siguieran mis instrucciones, que ya no se metieran al mar y que valoraran su vida, que tuvieran más cuidado porque estaban muy jóvenes para morir de esa manera. Sólo me dieron las gracias a para mí eso es suficiente, pues Dios está viendo la buena obra”.

(Foto: Enrique Gutiérrez) 

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