Buscará convertirse en el primer campeón mexicano de peso supermedio

Era albañil y ahora peleará junto a Pacquiao

Boxeo Gilberto Ramírez es un exalbañil que desea convertirse en el primer campeón mundial mexicano de peso supermedio

Gilberto Zurdo Ramírez (Foto: Sapariboxing)

Deportes 08/04/2016 08:30 Rodolfo Rosales Actualizada 12:08
 

Su origen, como el de la gran mayoría de los peleadores mexicanos se dio  en una cuna humilde, donde el hambre y la necesidad se hablaban de tú y dormían bajo el mismo techo. Nos referimos al mazatleco Gilberto Zurdo Ramírez, quien esta sábado buscará convertirse en el primer campeón mexicano de peso supermedio, al desafiar al alemán Arthur  Abraham.

La pelea será la coestelar de la cartelera que Bob Arum ofrecerá este sábado en Las Vegas y cuya riña principal será protagonizada por el filipino Manny Pacquiao y el estadounidense Timothy Beradley, en la batalla de despedida del Pacman.

Hace una década, sus manos las utilizaba para construir, pues era “chalán” de albañil, apenas a los 14 años de edad; en lugar de jugar, Gilberto cargaba costales de cemento, acarreaba grava, arena en carretilla y transportaba mezcla en los botes para los castillos, trabes y losas de las casas, con un suelo de apenas mil pesos a la semana.

Pero encontró en el boxeo la puerta para ser arquitecto de su vida, gracias a seriedad con la cual tomó esta dura disciplina.

De hecho, considera que “el boxeo es menos duro que la albañilería, antes tenía que trabajar mínimo ocho horas diarias bajo los rayos del sol y en el boxeo entrenas cinco, en la sombra y me pagan bien”.

La ventaja de hacer sido albañil para este espigado pugilista de 1,90 metros de estatura, es que en sus puños tiene dos marros que demuelen el concreto; prueba de ello es que en el boxeo marcha invicto, con marca de 33 triunfos, 24 de ellos por la vía del cloroformo.

Pero hubo un momento en que combinó las dos actividades; además de ir a la escuela. “Por la mañana trabajaba, en la tarde entrenaba y por las noches trabajaba”. Desde amateur “pintaba para cosas grandes”. Una muestra es que fue tres veces campeón nacional y tuvo la posibilidad de ir al Comité Olímpico, pero la rechazó porque en su casa había hambre “y las medallas no me las podía comer, por eso debuté como profesional” y no se arrepiente.

Este sábado estará frente a uno de los mejores peleadores de la actualidad,  el armenio-alemán Arthur  Abraham, campeón supermedio de la Organización Mundial de Boxeo, con récord de 44 triunfos, 29 por nocauts y cuatro derrotas.

De ganar Ramírez, al que el promotor Bob Arum  lo ha bautizado como el “nuevo Carlos Monzón del boxeo”,  ingresaría a las grandes ligas y sería parte del inminente cambio generacional, tras el retiro de Floyd Mayweather y los inminentes retiros de Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez.

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