¿De dónde aprenden eso de la discriminación?

Lupita Martínez

OPINIÓN 20/02/2019 09:02 Lupita Martínez Actualizada 15:02

¿DE DÓNDE SALEN LOS SERGIOS GOYRI? La forma de ver y hacer televisión finalmente cambió y casi de una manera radical en pocos años. La forma de manipular a cierta parte del público sigue siendo casi la misma (nótese que escribí “cierta parte” porque en esa no estamos incluidos ni usted, sabio público conocedor, ni yo). Se inventan escándalos para distraer la atención, se magnifican hechos o se desvía el centro de discusión con argumentos que poco tienen que ver con el problema. 

Y me explico, ahí tiene usted por ejemplo el tema que nos ocupa a todos los que estamos al pendiente del medio del entretenimiento, las nominaciones al premio Oscar de la película ‘ROMA’. A muchos, sin duda, les ha gustado y mucho, pero como sucede con todas las manifestaciones artísticas, la película está sujeta a la percepción y apreciación del público que puede, en algunos casos, no gustar de ella, lo mismo que el trabajo de algunos que forman parte de la producción. Créalo o no, manifestar preferencia por otra película para llevarse el Oscar o que otra actriz que no sea una de las mexicanas nominadas sea la favorita para ganar, puede resultar en que usted o yo, seamos señalados como antipatriotas, ignorantes, malinchistas, discriminadores y un amplio etcétera. Si bien es cierto que en nuestro querido México existe una muy desagradable y dañina cultura de la discriminación, también es cierto que deberíamos aprender a ver la diferencia entre no gustar de lo mismo y despreciarlo. 

Creo que no es todo México el que discrimina, creo que la mayoría de los ciudadanos somos pensantes, pero también creo y casi puedo afirmar que es cierto, que los grandes culpables de esa cultura del estereotipo de belleza que tanto daño le ha hecho al país son algunos medios y específicamente los que producen telenovelas y programas a los que quienes no cumplen con sus cánones de belleza establecidos, no pueden acceder más que a papeles mínimos. Para ser más exactos, esta cultura tuvo a bien sembrarla y cultivarla Televisa y su ‘fábrica de sueños’. Ya después, como le dije la semana pasada, los demás copiaron el modelo. 

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