Mi novio me mete los dedos cuando estoy bien dormida

Hola, quiero un consejo por favor. Mi madre es muy guapa y hasta cierto punto es complicado tener una madre tan atractiva, no es nada fácil pues incluso he visto a mis primos y gente allegada viéndole sus nalgotas. El otro día en una fiesta familiar, ningún hombre en la reunión dejaba de verla, ella iba con unos jeans muy ajustados y una blusa sin mangas muy escotada y la verdad se veía preciosa. Ella me tuvo bastante joven, a los 16, ahora yo tengo 18, pero desde que tenía unos 12 empecé a verla de otra forma y a masturbarme pensando en ella, y me siento mal, he llegado a entrar a su recámara y voy directo al cajón de sus tangas y brasier para masturbarme oliéndolos y algunas veces a lamerlos. Ayuda, por favor, Gerardo M.

Lo que necesitas es ayuda profesional, pues tu complejo de Edipo no está superado, además de que estás mal canalizando tu sexualidad. No nos dices si tienes papá o si ella cuenta con pareja, pero te ha hecho falta la figura masculina, que te ayude a separarte de tu madre a nivel emocional de manera sana. No quiere decir que la dejes de querer, sino que la veas como lo que es, tu mamá y no tu pareja. Estás confundiendo tu objeto erótico con el amor más grande que tienes. También sería bueno que checaras cómo ha sido la educación sexual que te ha dado tu mamá y cómo ella te ha tratado en este aspecto, pues podría ser que ella también deba rectificar.

Necesito ayuda urgentemente. Llevo como siete meses con mi pareja, ambos tenemos 18 años, él es virgen, y yo no contaba con tener este problema. Lo que pasa es que las veces que nos intentamos acostar, al ponerse el condón se le baja la erección y en ninguna hemos conseguido la penetración. Yo tengo experiencia, pero él no, y creo que ese es el problema, ya que ha probado ponérselo cuando no estoy y no le pasa. Estoy desesperada y ya he probado de todo (chupársela mientras lo tiene, muchos juegos previos). Al ser psicológico y no poder hacer nada yo (he intentado tranquilizarlo pues tenemos mucha confianza, decirle que es normal, quitarle importancia, me está preocupando mucho, pues para mí el sexo es muy importante y ésto está fastidiando la relación (él no lo sabe, pero yo lo siento así). ¡Ayudenme! Gabriela E.

Si algo no quita la tensión es que te pongas en el papel de la experta a diagnosticar que es psicológico y decirle que no pasa nada y que comprendes y etcétera, eso solo indica que al sentirte con más experiencia lo haces sentir peor, pues estás dando a entender que evaluarás su desempeño y obvio que a cualquier persona le presiona que le digan que tan bueno o no resulta en la cama, por eso es evidente que nada más te ve que empiezas a checar el condón y ha poner tus técnicas de excitación para que se le baje la erección. No le das libertad de expresarse, deja (sin juzgar) que lo haga como mejor le salga. Déjalo ser él mismo, el sexo se hace bueno con la práctica.

Hola, mi esposo y yo tenemos una vida sexual normal y activa, pero no son pocas las veces que él espera a que yo esté profundamente dormida para meterme los dedos en la vagina, el ano, o me toca el clítoris, me baja los calzones... me dan náuseas cuando pienso en eso. Me despierto, le grito y él promete que no lo hará más, pero lo vuelve a hacer. No sé qué hacer, siento que soy víctima de una violación y cuando se lo digo me dice que no hable así, que digo cosas muy feas. Tenemos una bebé y esta situación me tiene muy mal. ¿Qué me aconsejan? Liliana P.

A muchos hombres les excita la idea de despertar a sus mujeres de esta manera para tener sexo, no es algo que esté mal, pues a muchas mujeres les gusta que su pareja les insinúe de esta forma que quieren intimidad, lo que está muy mal es que él no respete que a ti eso no te gusta. Si ya hablaste con él y no entiende debes poner límites claros. Tener una hija te obliga a enseñarle que solo tú puedes tomar decisiones sobre lo que permites y no con tu cuerpo y a aceptar las consecuencias de ello. Aquí hay dos caminos, que le propongas una terapia de pareja para que sepan cómo llegar a acuerdos donde ambos satisfagan sus necesidades eróticas sin violentar o frustrar al otro; o que le adviertas que si no te respeta acabará la relación, pues poco tiene de futuro un matrimonio donde él te usa a su antojo.