Termina pasándole todo; bueno, casi todo, a Miguel Herrera. De inmediato, en ipso facto, le trajeron a dos futbolistas: Richard Sánchez, un paraguayo de 23 años de edad, y Federico Viñas, uruguayo de 21 años. Mucha juventud para resolver de inmediato los problemas derivados de las bajas y las lesiones que ha sufrido el América a lo largo del actual torneo.

De Richard Sánchez se avala su contratación, por la cantidad de información que generó en el verano con la selección paraguaya; entendible y justificada; incluso, le marcó gol a Argentina en la Copa América de Brasil. Además, estaba en ritmo competitivo con el Olimpia de su país.

No así en el caso de Federico Viñas, quien entra a una gran Liga, al equipo más mediático, en un lugar donde el rendimiento tiene que ser inmediato o el fracaso será rotundo. Solamente 21 años y viene de un equipo uruguayo de medio pelo, como el Juventud de Las Piedras, por lo que se torna en un préstamo de pánico para cubrir ausencias de jugadores consolidados como Nicolás Castillo y hasta Giovani dos Santos, porque hoy, Roger Martínez es la única carta de peso en la ofensiva del América.

Es verdad que actualmente es el mejor futbolista del equipo, pero este club siempre requiere contar con grandes planteles, no sólo con un buen 11 titular. El reto para Viñas es enorme, porque deberá responder de inmediato.

Lo contrataron para dar soluciones, porque —tarde o temprano— Herrera recuperará a buena parte de sus piezas y entonces será muy complicado que tenga muchos minutos de juego. Después del juego de esta noche contra el Atlas en el estadio Jalisco, el América volverá a jugar hasta el 14 de septiembre, cuando reciba a los Pumas en el Azteca; es decir, tendrá dos semanas para que sus jugadores estén listos, al menos algunos.

Es un enorme beneficio que otorgan las siempre cuestionadas Fechas FIFA. Si todo sale como el propio cuerpo médico del América lo ha pronosticado, para el encuentro con los felinos ya estarán disponibles Giovani y Andrés Ibargüen. También existe la posibilidad de que cuente con Nicolás Benedetti y Henry Martín.

Entonces sí, la situación se volverá muy complicada para Viñas, porque puede tener grandes condiciones futbolísticas, pero la jerarquía de otros hombres pesará. En cuanto a ofensiva, sólo Castillo tardará varias semanas más en volver.

El América ya tiene un volante y un delantero, pero deben resolver otras grandes incógnitas: ¿quién va a ser el central y cuándo lo van a tener? Porque urge. La lesión de Bruno Valdez, provocada por el codazo que le propinó Franco Jara en el juego del martes, demostró que el plantel no era profundo en esa zona.

Carlos Vargas no tiene nivel para suplir al paraguayo o Emanuel Aguilera, quien hasta hoy por la tarde sabrá si puede jugar esta noche. Tampoco lo tienen Paul Aguilar o Jorge Sánchez habilitados en esa zona, mucho menos los juveniles.

A la directiva no le ha quedado más que adquirir futbolistas de manera rápida, pero no se sabe si cuentan con el nivel necesario.