Náufragos de la democracia

LEO AGUSTO

OPINIÓN 01/08/2018 10:26 LEO AGUSTO Actualizada 13:26

Usted recuerda el caso del columnista Ricardo Alemán, cuando fue despedido en mayo pasado de Televisa y del periódico Milenio por incitar a la violencia contra el candidato López Obrador. Pero aquello, la incitación, no fue un caso aislado, el columnista tomó partido y no fueron pocos los insultos que profirió contra los simpatizantes del próximo Presidente de México.

Después rodó la cabeza del cubano mexicano Rubén Cortés, director editorial del periódico La Razón, justo unos días antes de la elección presidencial del 1 de julio. Cortés había convertido el diario capitalino en una bizarra versión oficialista del periódico Granma y centró sus críticas contra el populismo que, según él, representaba el proyecto encabezado por AMLO. 

Ayer nos enteramos que Carlos Marín deja la dirección editorial de Milenio, el periodista de ética cuestionable fue uno de las voces oficialistas contra los familiares de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desparecidos en Iguala, Guerrero, en 2014. Marín conservará su columna “El asalto a la razón” que, en realidad, es un plagio a la obra del mismo nombre del filósofo húngaro Georg Lukács y, según una carta abierta publicada por el diario, Marín Martínez será asesor de la presidencia del grupo.

Quizá el periodista recordará por mucho tiempo su noche triste del 21 de marzo, cuando intentó acorralar a AMLO en una entrevista transmitida por Milenio Televisión, pero su intento resultó fallido y terminó convertido en memes de redes sociales. 

Otro que también se despidió fue Carlos Ramos Padilla; ayer dijo adiós al programa radial En la noticia, de ABC Radio, después de 17 años de transmisiones. El recorte es un reflejo de la caída en la publicidad gubernamental que se avecina con el próximo gobierno y de los altos salarios de estos dos últimos casos, aunque no deben descartarse presiones del régimen entrante. 

Veremos si con los nuevos tiempos llega un aire de frescura en la libertad de prensa o si los nuevos empoderados periodistas servirán para los mismos fines de los que hoy están fuera de la escena. Le comento esto porque el reportero Jenaro Villamil, de la revista Proceso, justificó la designación de Manuel Bartlett por ser un defensor del sector eléctrico “desde hace tres lustros” y un par de falacias más. Nada dijo el yucateco acerca del fraude electoral de 1988, ni del asesinato de Manuel Buendía que pesan sobre la biografía del todavía senador de la República. 

También veremos si el gobierno entrante es tolerante a la crítica o si habrá ‘cacería de brujas’ contra el ejercicio del periodismo. Por lo pronto, ya van saliendo algunos cabilderos del poder disfrazados de periodistas.

Periscopio. De qué tamaño será el compromiso del gobierno de la Ciudad de México con la empresa francesa Veolia, que el jefe de gobierno, José Ramón Amieva, intentó ‘madrugar’ a Claudia Sheinbaum con la planta termovalizadora. La virtual jefa de gobierno ya le mandó decir que ese proyecto no se concretará. 

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