Tanto la búsqueda de desaparecidos como su localización ha sido apurada por la presión de los movimientos colectivos de búsqueda, integrados principalmente por familiares de las víctimas.

Madres de los desaparecidos advirtieron desde hace nueve meses a la Fiscalía de Jorge Winckler que en el Arbolillo podrían estar sus hijos.

El conteo iba en 166 del total de los 174 cráneos encontrados, cuando aparecieron ropas de bebé entre los restos óseos. Tomará un tiempo identificar todos los cuerpos. El gobernador Miguel Ángel Yunes, desesperado, desmintió que el macabro hallazgo haya tenido lugar en El Arbolillo y tildó a la madre de una de las víctimas como mentirosa: Es una mentira total de la señora que lo dijo, que el hallazgo sea en Arbolillo, es una mentira total, forma parte de todo ese discurso de mentiras que esta señora constantemente trae, que constantemente da a conocer para sentirse importante”, dijo el mandatario a la cadena de radio local XEU.

Yunes debe estar más preocupado por el ajuste de cuentas, valga el término, que le espera cuando Morena llegue al poder en el estado jarocho. Antes, Yunes había dicho que la Fiscalía no tenía ninguna obligación de avisar a los colectivos respecto a los hallazgos. 

Pero hablando de querer llamar la atención, ayer el gobierno de Veracruz filtró a los medios de comunicación en la capital del país una foto de Karime Macías leyendo la revista The New Yorker, mientras viajaba en el metro de la ciudad de Londres. Para publicitar las fobias del gobernador tampoco hay un mandato legal, pero en Xalapa les urge un bote salvavidas. 

La todavía autoridad veracruzana considera que los cuerpos fueron enterrados hace aproximadamente dos años y el aprendiz del suspenso dará a conocer “en su oportunidad” el lugar preciso. En este sexenio de desatinos y corrupción, Jaime Rochín, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas ha sacado la cara por el gobierno federal al acompañar a los familiares de las personas desaparecidas en las diligencias y pesquisas, pero también ha lanzado un llamado a Yunes para que su Fiscalía asuma su responsabilidad y respete los derechos de los familiares de las víctimas en su búsqueda de verdad y justicia. No sé cuál sea la lógica política del agonizante gobernador, pero es equivocada.

Bitácora de lo absurdo. Parece que en el Senado hay competencia entre populistas. Por un lado, Martí Batres presumió que comer en el escritorio es símbolo de austeridad y probidad. Madre mía, estudios serios señalan que comer en el lugar de trabajo perjudican la salud.

Pero el senador Ricardo Monreal no quiso quedarse atrás en esa absurda carrera prematura por suceder a AMLO, así que llegó en bicicleta al elefante blanco de Insurgentes y Reforma. Monreal llegó en bicicleta, sí. Pero lo hizo sin utilizar casco de protección ni chaleco reflejante. ¿Qué sigue? ¿Presumir la dieta vegana en redes sociales?