El fantasma del fraude se apareció en el proceso electoral durante el cierre de campaña de Andrés Manuel López Obrador en Morelia, Michoacán.

El ex líder de las autodefensas, José Manuel Mireles, alertó del mecanismo de compra de votos que se ha echado a andar en la entidad sin que la autoridad tome nota, ya no digamos que investigue el caso, al tiempo que en Macuspana, Tabasco, se robaron 11 mil boletas, emblemático hurto porque es la tierra natal del candidato de Morena a la Presidencia.

Desde hace un par de semanas, la pelea por el segundo lugar en las encuestas se ha convertido en parte de una narrativa que parece conducir hacia un ficticio cierre entre dos competidores por la silla presidencial: López Obrador y José Antonio Meade. Esto, cuando la mayoría de las encuestas colocan al candidato de Morena en primer lugar, al panista en segundo y al PRI, rezagado en el tercer sitio. 

En la opinión publicada, se ha hecho énfasis en el alto porcentaje de indecisos que arrojan las encuestas, entre el 15 y el 20% de los votantes no ha decidido el sentido de su sufragio, en ese supuesto voto oculto podría estar el fiel de la balanza de la elección presidencial. 

Y aunque los candidatos Anaya y Meade buscan la legitimidad del segundo lugar en las preferencias utilizando las encuestas, Damián Zepeda, presidente nacional del PAN, ha puesto como ejemplo las discrepancias entre encuestas y votaciones en los casos de las elecciones en Estados Unidos, en Colombia y por el Brexit, para no darse por vencidos en el proceso electoral. 

Pero hay que recordar que en los casos de la elección presidencial en Estados Unidos y el plebiscito en el Reino Unido para el retiro de la Unión Europea, existen evidencias de una injerencia rusa en las votaciones, manipulando el estado de ánimo de los electores vía las redes sociales. 

En México, López Obrador utilizó con los banqueros la metáfora del tigre, ante un eventual fraude electoral, donde el tigre es un pueblo indignado que toma las calles por la falta de respeto a la voluntad popular.

El lunes, la líder nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, advirtió que ante un eventual fraude electoral se aparecería el diablo. 

Más allá de encuestas, durante esta elección ha quedado de manifiesto el rechazo al partido en el poder; sería muy extraño que una mayoría refrendara en las urnas la corrupción de los últimos años, por lo que resulta muy peligroso encaminarnos a un conflicto poslectoral donde Morena no reconozca una hipotética derrota en las urnas. Un mal perdedor no es aquel que no reconoce un resultado dudoso, un mal perdedor es el partido que se roba la elección. 

En el radar. Diputados y senadores se repartirán un bono de marcha de casi 668 millones de pesos, cada diputado recibirá 1 millón 155 mil pesos para el fin de la Legislatura. Los senadores se vieron más mesurados, a ellos les tocará un bono de casi 800 mil pesos. En tanto, los asesores que fueron liquidados hace un par de meses no han recibido la liquidación que por ley les corresponde.