Anaya no ha perdido (todo)

LEO AGUSTO

OPINIÓN 13/06/2018 07:20 LEO AGUSTO Actualizada 16:21

El presunto lavado de dinero en el que habrían participado el empresario queretano Manuel Barreiro con el candidato Ricardo Anaya, parece ser el recurso que el PRI busca capitalizar al máximo para bajarlo del segundo lugar en las encuestas. 

Se esperaba muchísimo más del joven Anaya en los debates, en sus acuerdos, no un día estar en contra de Peña Nieto y al otro buscar hacer un acuerdo. Se esperaba más que portadas recortadas de revistas con las críticas hacia su persona. Tampoco se esperaba un escándalo de lavado de dinero, por menor que sea en comparación a la enorme corrupción en este sexenio. 

El senador Ernesto Cordero se quedó sólo en su pleito personal con Ricardo Anaya. Felipe Calderón se deslindó políticamente de la acusación que presentó su discípulo ante la PGR. Desde la dirigencia panista a Cordero no lo bajaron de “palero del PRI” y le recordaron un proceso de expulsión de AN que está pendiente, más allá del ruido que genera la postal donde Cordero posa con el sello de acuse de la denuncia.

Aunque los priistas sueñan con remontar hasta el primer lugar, en los hechos está en juego el sitio que tendrá la oposición el próximo sexenio. La segunda fuerza política tras los comicios del 1 de julio contará con un margen de maniobra mayor que el tercer lugar. 

La segunda fuerza política tendrá que estar respaldada por una bancada en el Congreso que pueda ser bisagra o tapete en las discusiones en el pleno. Si la denuncia no impacta en las encuestas, Anaya podría salir más fortalecido del hecho. Una foto en la rejilla de prácticas del queretano naturalizado (recordemos que nació en Edomex), lo consolidaría como segundo lugar en la elección y líder nato de la oposición contra cualquiera de los otros dos candidatos que resultara ganador de la Presidencia. 

Si los tres candidatos llegan al día de la elección sin mayores problemas con la justicia, Anaya podría perderlo todo; la Presidencia, heredaría un número de lugares en el Congreso que su partido y sus detractores como Cordero, Calderón, Zavala y hasta Corral, llamarían a cuentas al candidato y entre ellos, los contrarios, acordarían una nueva dirigencia que mantenga el barco panista a flote. El diferendo entre dos panistas es un signo de la profunda ruptura al interior de Acción Nacional. ¿A quién le tocará levantar el tiradero después de la elección?

Periscopio. El 1 de julio habrá gratuidad desde las 8:00 horas hasta las 6 de la tarde en el Metro y Metrobús. Esto como un amable gesto de la administración de la Ciudad de México para que los votantes puedan acudir a su casilla a votar y que no les represente un gasto. Quedaron fuera de la gratuidad: El tren ligero, el trolebús y los sistemas RTP y M1. 

En el radar. En la encuesta de Berumen-Ipsos y Coparmex, presentada ayer por el organismo patronal, llama la atención que el ejercicio tuvo una muestra de 13 mil entrevistados. Como en otros ejercicios, acá también la ventaja de López Obrador es amplia. Pero también confirma un dato recurrente: la alta tasa de “no respuesta” que obtuvieron los encuestadores en campo. Lo anterior, aunado al porcentaje de encuestados indecisos. Dos factores que forman parte de la coartada de quienes tienen la intención de sorprender con un resultado cerrado entre dos aspirantes la noche del 1 de julio. Al tiro. 

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