60 kilómetros sin ley

COLUMNA INVITADA

OPINIÓN 04/09/2018 10:18 COLUMNA INVITADA Actualizada 18:19

Por Héctor de Mauleón

30 de junio de 2018. 21:50

A bordo de un tractocamión Freightliner, Ángel Martínez avanza “a velocidad de crucero” por la carretera Puebla-Orizaba. Una camioneta blanca lo rebasa, se coloca enfrente y baja la velocidad.

Un auto oscuro se le empareja. Le dirigen la luz potente de una lámpara. “Pensé que era la Policía Federal”, relató más tarde. Al observar con mayor atención, descubrió que le apuntaban “con un arma larga con linterna”.

La camioneta blanca había reducido la velocidad al mínimo. El camino, a esa hora, estaba solo y oscuro. Ángel Martínez se detuvo.

Dos hombres con armas largas descendieron del automóvil y le golpearon la puerta para que abriera. Él decidió abrirla y agachó la cabeza frente al volante. Algunas veces, los choferes que conducen de noche por esa carretera se reúnen en convoy, pero esa noche, Ángel iba solo.

Los hombres subieron y le preguntaron al chofer qué era lo que llevaba. Él dijo que no sabía. “Son puras cajas cerradas”.

Le ordenaron que se pasara a la cabina, le quitaron cartera y celular, le dijeron que el problema no era con él. Uno de ellos echó a andar la unidad. El otro revisó los papeles de la carga. La camioneta y el automóvil los siguieron a distancia.

El que iba manejando ordenó: “Agarra tu chamarra y tu cobija porque donde te vamos a dejar hace mucho frío. Si quieres, llévate también tus cigarros”. El tractocamión se detuvo, los asaltantes obligaron a Ángel a descender, lo acostaron boca abajo en la batea de la camioneta blanca y lo taparon con la cobija.

Sintió que se introducían en un camino de terracería. Cuando lo bajaron, le dijeron: “Camina sin voltear hacia esas luces. Ahí está la carretera”.

El asalto ocurrió en el tramo carretero Acatzingo-Maltrata, en una zona de no más de 60 kilómetros, en la que los robos a vehículos de carga son cosa de todos los días.

En los últimos ocho meses, una sola empresa ha sufrido 11 asaltos en dicho tramo, la mayor parte con violencia, y sobre todo en los meses de diciembre, mayo y junio. Los reportes son elocuentes: en mayo pasado, la misma empresa sufrió tres robos en los kilómetros 170 y 171 de la carretera Puebla-Orizaba.

Aunque 60 kilómetros no parecen un tramo difícil de cubrir, los robos se han disparado en esa zona de manera espectacular. Hay datos de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular, ANERPU, que hablan de un aumento de 116% en menos de dos años.

En 2014, se registraron 568 denuncias por robo a autotransporte. En 2015, la cifra subió a 986. En 2016, hubo 1,590 casos. Sólo en la primera mitad de 2017 habían ocurrido 1,055 asaltos. El 90% de estos con violencia: terminan con la muerte del conductor o de guardias de seguridad que escoltan los vehículos.

Los camiones suelen ser localizados vacíos. A veces aparecen con una parte de la carga, la que los asaltantes despreciaron o no se pudieron llevar. Pero muchas veces las unidades no vuelven a ser localizadas: se presume que son empleadas para cometer diversos ilícitos.

Algunos choferes creen que es desde las casetas de peaje donde se avisa a los asaltantes del paso de tractocamiones cargados. Algunas empresas han dejado de viajar de noche, para otras es imposible hacerlo.

Las denuncias se acumulan, las carpetas de investigación se abren. Pero en la Puebla-Orizaba, los robos siguen siendo cosa de todos los días. ¿Viajar en convoy es la salida?

Los afectados dicen que algunas veces ni siquiera este recurso detiene a los nuevos salteadores de caminos. En junio pasado, a las 23:17, Hugo Salazar viajaba en caravana detrás de un Freightliner. En uno de los tramos —Cuacnopalan— se percató de que al chofer que iba adelante se le cerró una camioneta negra, acompañada de un Platina blanco. Escuchó que a su compañero le hacían disparos para que se detuviera. Vio que se detenía y comprendió que no había nada qué hacer. Siguió de largo, reportó a la Policía Federal y avisó a su supervisor. Entonces sucedió lo increíble: más adelante lo seguía una camioneta y un Jetta Negro. Todo en un tramo de 60 kilómetros. 

@hdemauleon

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