Con el apagón...

OPINIÓN 31/05/2013 00:00 Actualizada 00:00

Tijuana fue la primera ciudad del país en la que se efectuó el martes 28 de mayo el llamado apagón analógico, que se iba a realizar el 16 de abril anterior pero que se pospuso porque no se había alcanzado la penetración de 90% que se había establecido como condición para llevarlo a cabo.

Finalmente, el martes se hizo sin que, no obstante, se cubriera a toda la población de esa ciudad, lo que provocó molestia entre quienes se quedaron sin la posibilidad de ver TV y la contaminación político-electoral, una vez más, de una decisión tan necesaria para que el país pueda transitar a la llamada sociedad del conocimiento.

Pero vayamos por partes. ¿Qué es el apagón analógico? Pues bien, en el medio siglo o un poco más que lleva la TV en México, su señal se ha transmitido de acuerdo con una norma internacional (NTSC) que se conoce como analógica. A la vía necesaria para transmitir una señal de TV se le llama frecuencia. El ancho de banda de ésta es ocupado en su totalidad por una señal analógica, con la calidad que usted puede apreciar actualmente en una TV tradicional.

La evolución de las telecomunicaciones dio lugar a una nueva norma internacional (ATSC A/53) que se conoce como digital. La señal que ésta genera es de una calidad notablemente superior a la de una analógica, además de que sólo ocupa una pequeña parte del ancho de banda de la frecuencia, lo que permite a los concesionarios de TV utilizar el resto para otros negocios (telefonía, voz, internet) y hasta la multiprogramación (hasta seis canales en una sola frecuencia).

Para avanzar en esa tecnología (y ya nos hemos tardado en relación con otros países, incluso con pérdidas que algunos calculan hasta en 30 mil millones de dólares) es preciso apagar las señales analógicas (cuyas frecuencias serán devueltas al Estado) para encender las digitales. Y eso fue, precisamente, lo que empezó en Tijuana y que, de acuerdo con las políticas de TV digital terrestre (TDT), deberán abarcar a todo el país en diciembre de 2015.

Para poder ver una señal digital se requiere un televisor digital que cumpla con la norma ATSC (plasmas, las teles planas o incluso las de alta definición HDTV), o bien que su televisor tradicional cuente con un decodificador que permita convertir una señal digital en una analógica.

¿Que pasó en Tijuana? La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), autoridad encargada de este proceso, realizó un censo que determinó que en la ciudad fronteriza y las localidades de Rosarito y Ensenada hay 400 mil familias televidentes, de las que la mitad, 200 mil, tienen aún una TV analógica.

Por lo tanto, el Estado estaba obligado a entregar 200 mil decodificadores que la gente conoce como “cajitas”. Pero resulta que faltaron 14 mil decodificadores para las familias que se quedaron sin señal de TV y se enojaron y reclamaron a sus respectivos municipios.

Y anote este dato: las autoridades estiman que dotar de decodificadores a todo el país costará 13 mil millones de pesos. Hasta ahora sólo se han autorizado mil 600 millones de pesos de los que 600 millones ya se ejercieron para la referidas localidades de Baja California. Cada año, de aquí a 2015, se requerirá para decodificadores poco más de 4 mil 300 millones de pesos.

Como siempre, en el tema de las telecomunicaciones el asunto se contaminó de lo político. Fue así que en el contexto del malestar de los tijuanenses a los que no se les ha entregado decodificador, el alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante, exigió una prórroga del apagón para satisfacer las exigencias de quienes protestaban y denunció que el presidente de Cofetel, Mony de Swaan, lo amenazó con “echarle a todo el gobierno federal” si insistía en tal demanda. Además, el IFE hizo la petición formal de que se suspenda la medida hasta el 7 de julio, una vez que pasen las elecciones que ese día habrá en 14 estados con la intención, demasiado bizarra, de que los tijuanenses puedan ver los mensajes electorales.

De manera que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza (instruido por el presidente Enrique Peña de ir a Tijuana a resolver el problema) hizo ayer la petición formal a la Cofetel de que detenga el apagón hasta después de las elecciones, a lo que De Swaan respondió vía Twitter que será el pleno de esa comisión la que resuelva.

Por lo pronto, habrá que estar muy pendientes de las fechas programadas para el apagón analógico en sus ciudades. A Monterrey, por ejemplo, le tocará en noviembre próximo, en tanto que a la ciudad de México y a Guadalajara les tocará en noviembre de 2014. Le recomiendo visitar el portal Televisión Digital Terrestre en México (www.tdt.mx/). Hágalo y preparase para no cantar aquéllo de “con el apagón, qué cosas suceden”.

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