ANFITRIÓN EN APRIETOS Ayer llegaron hasta la capital del país algunos gobernadores y procuradores de justicia de diferentes entidades para participar en la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia. El anfitrión fue el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, y como preludio de los temas que ahí se tratarían, la ciudad de México arrastró una jornada violenta que no arroja buenos resultados para la administración de Mancera. Y es que el secuestro de 11 jóvenes en la Zona Rosa manchó la reunión y las cifras alegres que ubican al Distrito Federal como uno de los lugares más seguros; además, una balacera se registró en Santa Fe, mientras los funcionarios se encontraban reunidos. Ni hablar, los buenos comentarios que espera Mancera de su administración tendrán que esperar hasta que esos buenos resultados sean ciertos.

¿VIEJAS RENCILLAS? Y tras el escándalo provocado por el secuestro de 11 jóvenes en la zona Rosa, una de las líneas de investigación de la Procuraduría General de Justicia capitalina contempla a los líderes de una organización delictiva que operó con mucha fuerza en el barrio de Tepito entre los años de 1998 y 2003. Resulta que dos de los desaparecidos son familiares de Jorge Ortiz Reyes, alias El Tanque y de Alejandro Sánchez Zamudio, alias El Papis, quienes se encuentran presos. Esperemos para ver si las pesquisas de las autoridades capitalinas determinan si los vínculos familiares de los jóvenes desaparecidos, que se dedican al comercio en el barrio bravo, están ligados con el delito que se está investigando bajo la modalidad de secuestro.

AGARRAN LA SEÑAL Ante la polémica y el descontento que se ha generado en la ciudad de Tijuana después de que el apagón analógico provocó que miles de personas que viven en zonas pobres se quedaran sin señal de televisión abierta, el candidato del PRI a la gubernatura del estado, Fernando Castro Trenti, y a la alcaldía de la ciudad, Jorge Astiazarán, anunciaron que repartirán decodificadores para que las personas afectadas por el cambio de transmisiones puedan tener televisión en sus hogares. Falta ver de dónde los sacan, pues los aparatos para captar la señal están agotados en la localidad fronteriza.