¿Legalizar la prostitución?

Lydiette Carrión

OPINIÓN 30/11/2016 09:40 Lydiette Carrión Actualizada 09:40

Aunque expertos contemplaron incluir en la Constitución de la Ciudad de México el reconocimiento al trabajo sexual remunerado como un derecho, actualmente –según notas periodísticas– esta propuesta quedará fuera.

Algunos de quienes promovieron la “legalización” de la prostitución, plantean que eso daría un marco normativo que permitiría a trabajadoras sexuales exigir sus derechos, y que en otros países se ha implementado este tipo de regulación.

Pero los opositores reviran que, incluso en países desarrollados, la legalización del trabajo sexual no ha prevenido la trata de personas con fines de explotación sexual y que, además, el trabajo sexual por sí mismo en realidad casi nunca puede ser una decisión tomada con libertad.

No existen cifras claras respecto a la trata de personas, porque es un delito que queda oculto en la mayoría de los casos. Pero, con los pocos indicios e historias conocidas, tanto autoridades como organizaciones civiles, coinciden en que México tiene un triste lugar como potencia mundial en trata de personas. Se han identificado bandas que trabajan a lo largo y ancho de la República, así como en el extranjero (en particular Estados Unidos). Nuestro país también ocupa los primeros lugares en explotación y pornografía infantil. En resumen: nuestro país es una pesadilla.

La mayoría de las mujeres y jovencitas víctimas de trata son enganchadas mediante el convencimiento (de acuerdo con las organizaciones que se dedican a su rescate). Dejan sus hogares por propio pie; en muchas de las ocasiones parecen estar trabajando de forma “voluntaria”.

En otros casos, la prostitución es la única forma de vida que se deja a mujeres en situación vulnerable: migrantes centroamericanas, niñas originarias de otros estados, personas en situación de pobreza, soledad y aislamiento.

Se han identificado corredores en el país, donde la trata de personas es brutal: Tlaxcala, Puebla y, por supuesto, la Ciudad de México. De hecho, nuestra capital es origen, destino y centro de intercambio para la trata. De ello dan cuenta los operativos que de forma periódica son anunciados por las autoridades.

La abrumadora mayoría de los testimonios de víctimas de explotación sexual refieren que en un momento u otro, alguna autoridad, policía, funcionario, fue cómplice de los tratantes. 

Son estos los argumentos de quienes se oponen a que se dé marco legal al trabajo sexual.

GLOSARIO DE SUPERVIVENCIA CONSTITUCIÓN CDMX: Cajón de los buenos deseos.

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