Debido poceso según convenga

LEO AGUSTO

OPINIÓN 30/10/2017 12:20 LEO AGUSTO Actualizada 12:20

Recién hemos visto que el fantasma del debido proceso se pasea por nuestro país. El fiscal para delitos electorales, Santiago Nieto, fue removido de su cargo en la Fepade el pasado 20 de octubre por no respetar el código de conducta de la PGR, al litigar en medios de comunicación el caso de Emilio Lozoya y Odebrecht, y poner así en riesgo el mentado debido proceso.

Sorprende que la Procuraduría tenga un código de conducta y no un titular en funciones. 

En el sexenio de Felipe Calderón, por una falla al debido proceso (montar un montaje televisivo para dramatizar en cadena nacional la captura de una banda de secuestradores) la presunta Florence Cassez quedó libre y su condena sin efectos, a cambio de unos minutos de rating para el calderonismo. Entonces, no hubo remoción para Genaro García Luna por transgredir no sólo cualquier código de conducta existente también en la ley. 

La semana pasada, vimos el linchamiento mediático de la activista Yndira Sandoval, quien luego de denunciar una agresión sexual por parte de la policía de Tlapa, Guerrero, recibió respuesta extraoficial de las autoridades del sureño estado con videos grabados por la policía donde se le ve en estado de ebriedad y también insultando a la autoridad. “Mintió, estaba borracha” no tardaron en concluir los coristas del poder. En realidad, Yndira Sandoval no faltó a la verdad, pues en su declaración ministerial nunca negó su estado, pero tampoco lo informó. La Fiscalía General de Guerrero optó por el juicio en medios para dar pronto y expedito carpetazo. 

Los videos filtrados por la autoridad pusieron en duda la honorabilidad de Sandoval. También sirvieron para descalificar la acusación de agresión sexual, de quien en el papel es una víctima más del abuso de poder, pero entre tanto ruido por este lío de barandilla, que agarró vuelo nacional, se perdió de vista o no se quiso ver que el gobierno de Guerrero no respetó el debido proceso al utilizar material que supuestamente debería formar parte de una investigación.

Grave es que las audiencias en medios y en redes sociales se conviertan en jurado popular, en casos como el de Emilio Lozoya donde la falta de acción de la justicia ya encontró un camino a la impunidad, ante una posible falla al debido proceso. Y más grave aún, que en el caso de Yndira Sandoval no pase tampoco nada porque ya todo México vio que estaba tan ebria como impertinente y por tanto miente, aunque hasta ahora no hay ninguna ley que considere que beber de más es una causa para perder la nacionalidad mexicana y derechos. La paradoja es que el caso de Lozoya Austin podría desahogarse en la Corte de los Estados Unidos, donde uno de los imputados del caso Odebrecht señaló al ex director de Pemex y allá no habrá ninguna concesión para destituir fiscales incómodos. Mientras, que el caso de Yndira Sandoval seguramente será llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de no ser resuelto por la justicia de nuestro país. 

Periscopio. La fibrodisplasia osificante progresiva provoca que los músculos esqueléticos, tendones y ligamentos se conviertan poco a poco en huesos. Una rara enfermedad de la que se tiene poco conocimiento en nuestro país y tiene una prevalencia de 1 en 2 millones de personas y hasta el momento no se conoce cura. El chiquitín de dos años Bernardo Montoya tiene este padecimiento y su madre ha abierto una página en Facebook para solicitar la ayuda de la sociedad en esta situación: www.facebook.com/MontoyaFOP 

En el radar. Emotivo momento durante la vuelta 19 del Gran Premio de México de la Fórmula 1, el público asistente mantuvo el puño en alto en memoria de quienes perdieron la vida o el patrimonio a causa del terremoto del pasado 19 de septiembre. También en honor de miles de mexicanos y mexicanas que brindaron su ayuda en las labores humanitarias de rescate. Veremos si al final de la temporada, la Fórmula 1 entrega el reconocimiento como el “Evento del año” a los organizadores encabezados por CIE como ya sucedió en 2015 cuando la fiesta regresó a la capital del país. 

 

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