Los días por venir

OPINIÓN 30/08/2013 05:00 Actualizada 05:00

Lo ocurrido estos días con la CNTE y lo que se ve venir de mañana al martes, debería ser suficiente para que el gobierno negociara y buscara consensos amplios y sólidos antes de emprender otras de esas reformas que llama estructurales.

La educativa, a querer o no, está atorada en su parte medular, la evaluación a los maestros, aunque desde Los Pinos, la Cámara de Diputados y el Pacto por México se insista en que el martes estará aprobada la parte reglamentaria del Servicio Profesional Docente.

Se sabe que los de la CNTE no son todos los maestros de México, pero sí son muchos de ellos, lo que se ha corroborado en el DF durante estos días, en medio del fastidio y la irritación que provoca el que tengan “secuestradas” nuestras vidas.

Y los maestros —incluidos los de la CNTE— son los únicos que pueden hacer realidad una reforma educativa. ¿Qué reforma en la materia podría funcionar sin la aceptación de los docentes y la consideración de sus propuestas? Sin que la pregunta sugiera, por supuesto, que se justifique que no sean evaluados.

La movilización de la CNTE ha descuadrado los tiempos políticos y la agenda de Enrique Peña. La noticia que el miércoles le adelantaba aquí que se daría, fue en dos tiempos: la cancelación de la visita oficial del Presidente a Turquía (programada para el 2 y el 3 de septiembre), y el cambio de lugar, fecha y hora en que pronunciaría su mensaje con motivo del I Informe. Los Pinos ya había informado que sería el domingo 1 de septiembre a las 11 de la mañana. Ayer corrigió: será el lunes 2 de septiembre a las 10 de la mañana en la residencia presidencial. También informó que en la víspera (el domingo 1 de septiembre en horas de la tarde), el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, entregará al Congreso el Informe por escrito.

El Senado, a su vez, adelantó para hoy al mediodía su sesión preparatoria de instalación, prevista originalmente para mañana sábado. La necesidad de tener bajo control la operación legislativa en esta complicada coyuntura, obligó al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta, el priísta Emilio Gamboa, a proponer a otro priísta, el senador Raúl Cervantes, para que encabece la Mesa Directiva, propuesta que será votada hoy por el pleno.

Así se cerró el paso finalmente al senador del PRD, Miguel Barbosa, con quien se había acordado al inicio de esta Legislatura que encabezaría al Senado en su segundo año. La sesión preparatoria de la Cámara de Diputados será mañana al mediodía y la presidencia de la Mesa Directiva quedará este año en manos del PAN. La designación recaerá en José González Morfín o Ricardo Anaya.

Y en las calles ¿qué se ve venir? Hoy, probablemente, la CNTE vaya al Senado a tratar de impedir la sesión preparatoria de instalación. Mañana algo intentará en San Lázaro, que ya está totalmente blindado, para entorpecer la sesión preparatoria de instalación, además de que estará movilizada mientras se realice la marcha a la que convocó Cuauhtémoc Cárdenas contra las modificaciones constitucionales previstas por la reforma energética propuesta por el gobierno.

El domingo desafiará, seguramente, el ofrecimiento del jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, de garantizar la instalación de la sesión del Congreso General que habrá de recibir el I Informe de Peña Nieto, sin que se sepa aún qué tanto prosperará la marcha por la paz convocada para ese día por las redes sociales. El lunes marcharán durante la presentación del mensaje del Presidente en Los Pinos y el martes seguirán movilizados ante el señalamiento de que ese día será aprobada la iniciativa de Ley General del Servicio Profesional Docente.

La pregunta es: ¿en qué momento podrían salirse de control las cosas en todos esos momentos por venir?

Hay muchas voces y muchas plumas que exigen la “mano dura” para poner un hasta aquí a la movilización magisterial, sin duda apoyadas por el hartazgo de muchos capitalinos afectados por protestas y bloqueos. Pierden de vista que el respaldo a las reformas está sustentado en un mecanismo de concertación política cupular (el Pacto por México) que está impidiendo ver un movimiento social de gran calado.

Quienes claman por la represión a cualquier costo (exigible sin duda cuando el derecho de unos violenta el de otros), olvidan además que hay zonas dominadas por el crimen organizado, otras con autodefensas armadas surgidas para suplir la ausencia de seguridad en vida y propiedades y muchas más en lamentables condiciones de marginación y pobreza. ¿Qué hacer? Yo no lo sé.

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