El corazón y la diabetes

OPINIÓN 30/06/2015 05:00 Actualizada 05:00

La semana pasada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un reporte sobre enfermedades cardiovasculares y diabetes con el fin de analizar cómo los países previenen y tratan estás dos enfermedades y sugerir políticas para mejorar la calidad de la atención.

En particular, México no califica bien; por un lado, tenemos el primer lugar de prevalencia de diabetes mellitus entre los países de la OCDE y, por otro, ocupamos el deshonroso primer lugar de letalidad por infarto al miocardio con 27.2%, cuando el promedio es de 7.9%.

Esto significa que en México tres de cada 10 personas que tienen un infarto mueren en los primeros 30 días posteriores al evento, mientras que el promedio de los países es de menos de una de cada 10.

El reporte enfatiza la necesidad de actuar sobre la obesidad y un mejor control de la diabetes para evitar que las enfermedades del corazón se eleven de manera considerable en los próximos años.

Las enfermedades del corazón y la diabetes son las dos principales causas de muerte en nuestro país con alrededor de 195 mil defunciones anuales, algo así como 22 por hora.

La diabetes mal controlada es un factor importante para desarrollar enfermedades cardiacas ya que daña los vasos sanguíneos; además, ambos padecimientos comparten factores de riesgo similares: tabaquismo, obesidad, inactividad física, abuso de alcohol y alimentación poco sana.

Recomendaciones. No fumar. Fumar es malo para todas las personas, pero es peor para las que tienen diabetes o enfermedades del corazón, además dificulta hacer ejercicio porque disminuye la capacidad respiratoria y eso agota más.

Bajar de peso. Importa tanto el peso, como la distribución de la grasa. Bajar por lo menos cinco kilos ayudará a prevenir problemas en el corazón. Si la grasa se acumula alrededor de la cintura el riesgo de enfermar del corazón aumenta.

Reducir el nivel de colesterol. Las cantidades excesivas del llamado colesterol malo (lipoproteína de baja densidad) pueden obstruir las arterias y causar un infarto. Evita los alimentos con mucha grasa, principalmente con grasas vegetales: margarina, galletas, pasteles, donas, pastelillos, cremas pasteleras, helados, papas fritas.

Aumenta la actividad física. Una dieta bien balanceada y el ejercicio son una pareja excelente y juntos ayudan a bajar los niveles de azúcar y de tensión arterial. Tanto la actividad física como la dieta saludable, deben ser parte del tratamiento integral de la diabetes mellitus y de la hipertensión arterial.

Dieta sana, debe incluir carbohidratos, proteínas y grasas. Come muchas verduras y frutas; consume con moderación granos enteros, pescado y carnes (de preferencia las que tienen menos grasa), leche y lácteos. Una alimentación saludable es suficiente en potasio y fibra (salvado de avena, avena, frutas y verduras), no uses sal en exceso y evita las bebidas con azúcar.

Control de la diabetes mellitus y la presión arterial. Las complicaciones de la diabetes mellitus aparecen cuando, después de años de tener el azúcar muy alto, se van dañando las arterias del corazón, los vasos sanguíneos, los ojos y los riñones. Si te han diagnosticado diabetes o hipertensión arterial, no olvides tomar tus medicamentos, aunque te sientas bien.
La diabetes y la hipertensión son padecimientos que se pueden controlar, adopta hábitos saludables y acude con tu médico.

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