La guerra de los paracaidistas

OPINIÓN 30/01/2014 05:00 Actualizada 05:00

La madrugada de este miércoles, un grupo de choque, integrado por más de 200 golpeadores armados con palos, cadenas, navajas y armas de fuego, llegó a romper candados y cerraduras en el edificio Gaona. Una vez dentro, los golpeadores saquearon los departamentos, las mujeres, niños y adultos mayores que se encontraban en las viviendas poco pudieron hacer para defenderse y tuvo que llegar un grupo especial de granaderos de la SSP para controlar la situación. Algunos de los delincuentes se atrincheraron en la azotea y desde ahí lanzaron objetos contra quien se acercara a la puerta. Después los agresores se dieron a la fuga en la glorieta del Reloj Chino, sobre la calle Bucareli, frente de la sede de la Secretaría de Gobernación. El periodista de Formato 21, Isidro Corro, reportó en su crónica disparos incluso al interior del edificio.

Los grupos de paraicadistas, conocidos en otras latitudes como okupas, tuvieron un natural auge después del terremoto del 19 de septiembre de 1985 cuando la ineficacia del gobierno fue puesta en evidencia durante esta crisis que destapó la enorme y añeja corrupción entre las compañías constructoras y el gobierno. Miles de personas que perdieron sus casas con la tragedia se agruparon en diversas organizaciones para exigirle al entonces regente del DF apoyos para la reconstrucción.

Ahí se comenzó a gestar un clientelismo que posteriormente se convertiría en el voto duro del PRD en la capital del país. Cómo olvidar al original Súper Barrio Gómez que acompañó a Cuauhtémoc Cárdenas en su campaña presidencial de 1988. Pero no todo es un cuento para dormir infantes, y las organizaciones de lucha por vivienda se convirtieron en antagonistas. Por un lado, la Asamblea de Barrios, y por el otro la Unión Popular Nueva Tenochtitlán encabezada por la hoy senadora Dolores Padierna y su esposo, René Bejarano. El lucro con la tragedia de 1985 costeó la carrera política de ambos personajes.

La falta de respuesta del gobierno en materia de vivienda y la ambición de los líderes de estos grupos ha configurado un modus operandi. Los paracaidistas rentan propiedades, en el mejor de los casos, y después se niegan a pagar la renta o a desalojar el inmueble. Otras veces, invaden viviendas que se encuentran abandonadas o en litigio. Si el juez ordena el desalojo, entonces repelen a la autoridad. El problema es cuando los grupos antagonistas se disputan los espacios que generalmente son resguardados por mujeres, niños y ancianos, que funcionan como escudos humanos en esta guerra carroñera.

Estos grupos delincuenciales no sólo tienen influencia en el negocio de bienes raíces, también controlan los espacios de estacionamiento en la vía pública, distribuyen tarjetas para meter incautos a los table dance. A pesar de que el gobierno del DF se ha caracterizado por sus políticas públicas en desarrollo social, se ha convertido en una cadena de clientelismo y delincuencia. Donde estos grupos son llamados a tomar las calles cuando se trata de protestar por las causas coyunturales de la izquierda.

Periscopio

Tampolín político internacional. El general Óscar Naranjo se destapó para contender por la vicepresidencia de Colombia. Naranjo le dejó un reguero al gobierno de México con el conflicto de las autodefensas, en la región de Tierra Caliente, en Michoacán.

En el radar

Mañana se conmemora el primer aniversario de la explosión en la torre de Pemex, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas de esta tragedia siguen esperando avances en la investigación mucho más convincentes que la teoría de acumulación de gases de la PGR.

Bitácora de lo absurdo

La Comisión Dictaminadora del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social de la Comisión Nacional de Seguridad ordenó la inmediata liberación de Esperanza Reyes, la peligrosa mujer que pagó con un billete falso de 100 pesos en San Luis Potosí y terminó encarcelada en las Islas Marías. Este caso fue abordado el día de ayer de manera valiente por la periodista Fernanda Tapia en su espacio radial Triple W; desató polémica y una enorme presión en las redes sociales.

Seguimos el debate en Twitter: @LeoAgusto

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