¿Y la soberanía?

OPINIÓN 29/11/2013 05:00 Actualizada 05:00

El pasado sábado nos enteramos que la 51 reunión interparlamentaría México-Estados Unidos concluyó con la propuesta de los legisladores de nuestro país vecino de concretar una alianza energética en América del Norte.

El objetivo de esta alianza sería “afianzar la seguridad regional”. Los legisladores de Estados Unidos “pusieron el dedo en la llaga”: el petróleo es un factor de seguridad nacional y nuestro gobierno pretende entregar ese poder a empresas transnacionales.

Si nuestro petróleo se privatiza, además de compartir las ganancias con empresas de otros países, también se pondría en manos distintas al Estado mexicano una porción de nuestra seguridad.

¿Es posible pensar que las transnacionales velarán los intereses de seguridad de nuestro país?

¿Es posible concebir que ante un diferendo con las empresas extranjeras, las instituciones mexicanas puedan imponer la ley?

La respuesta es no. Lo que proponen los privatizadores no sólo compromete la economía de las familias mexicanas, también vulnera la seguridad del país.

Esa es otra razón de peso para oponerse a la privatización. En la historia de México el petróleo, además de ser un factor definitivo en nuestra economía, también es un garante de la paz en el contexto internacional.

Nos vemos el domingo a las 10 de la mañana en el Zócalo con Andrés Manuel López Obrador. Defender el petróleo es defender la economía de las familias y defender la paz.

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