¿Viva México, cuarones?

OPINIÓN 29/04/2014 05:00 Actualizada 05:00

Se alborotó el gallinero nacional con las 10 preguntas respecto a la reforma energética que el reconocido cineasta mexicano Alfonso Cuarón lanzó ayer por la mañana al presidente Enrique Peña en varios desplegados en periódicos de circulación en la ciudad de México y en un sitio de internet (diezpreguntas.com) donde se encuentran disponibles en varios idiomas.

En las redes sociales, el nuevo hervidero de la política nacional, hubo algunos fallidos intentos por descalificar al director que vinieron de los mismos columnistas incondicionales al poder de siempre. Era imposible que Twitter se le volteara a Cuarón con estas dudas legítimas y tampoco hay que olvidar que fue en dicha red social donde nació la célebre "¡Viva México Cuarones!" cuando ganó el Oscar al mejor director con la cinta Gravity.

En el libro El derecho de petición en México, de David Cienfuegos (UNAM, 2004) se plantea que éste tiene su origen en la Constitución de Apatzingán de 1814: "El artículo 27 disponía que a ningún ciudadano debía coartarse la libertad o facultad de reclamar sus derechos ante los funcionarios de la autoridad pública". Actualmente se encuentra en el artículo 8 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y establece que:

"Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; pero en materia política sólo podrán hacer uso de ese derecho los ciudadanos de la República.

"A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario".

Es decir, no sólo Alfonso Cuarón tiene derecho de petición por haber ganado un Oscar, es un beneficio para todos los ciudadanos de este país, siempre que se haga de manera escrita y de buen modo, porque el poder tiene la piel muy delgada. Ayer mismo por la tarde, el presidente Peña acusó de recibida la solicitud del ciudadano Alfonso Cuarón, y por la vía del Twitter dijo que le responderá una vez que sean presentadas (imaginamos que al Congreso de la Unión) las leyes secundarias en materia energética.

Para el caso de la pregunta 7, "¿cómo asegurar que la reforma incremente la productividad de Pemex si no se enfrenta la corrupción dentro del sindicato?", no es necesario esperar a que se aprueben las reformas en el Congreso, el gobierno federal no ha querido echarle el guante al corrupto líder petrolero Carlos Romero Deschamps. Y esa es quizá la duda más grande, ¿cómo hará el gobierno federal para erradicar la corrupción en el sector energético y transparentar el proceso de privatización del petróleo mexicano?

En el radar

El presidente Peña dijo en entrevista que Alfonso Cuarón estaba mal informado respecto a la reforma energética y sugirió que estaba influenciado por la oposición. Ante preguntas claras, concretas y respetuosas, el Presidente no tiene una respuesta clara e inmediata.

Periscopio

Respecto a la canonización de Juan Pablo II, una de las víctimas de Marcial Maciel publicó lo siguiente en Facebook: "Bien. Ya tenemos un santo que encubrió a la más grande (y perfecta) red pederasta de la que se tiene memoria en la historia moderna. Seguro Dios ya lo perdonó".

Bitácora de lo absurdo

Previo a la entrega del Oscar, una parte de la opinocracia nacional se preguntaba de manera ociosa si las nominaciones de Cuarón y Lubezki representaban un logro del cine mexicano, a pesar de que Gravity es una producción inglesa, o un logro personal de ambos genios. Algunos cangrejos hasta los tacharon de malgradecidos con un país que les dio la espalda, como se la ha dado a muchos talentos nacionales que han tenido que buscar desarrollarse en otros sitios del mundo. Actualmente no hay una política eficaz para frenar la fuga de cerebros. Lo que extraña es por qué nadie se ha preguntado si a las preguntas de Cuarón debemos sumarnos los mexicanos que no entendemos los supuestos beneficios de la reforma energética o si le reconocemos que su actuar ha sido a título personal.

Nos arrobamos en Twitter: @LeoAgusto

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