Así cambió el negocio del desnudo en las famosas

Gil Barrera

OPINIÓN 29/01/2018 11:41 Gil Barrera Actualizada 11:41

Para las revistas de caballeros en México, viene quizá uno de los retos más grandes de su historia: mantenerse en circulación y con un público cautivo. Revistas como ‘Playboy’ y ‘H para hombres’ están buscando la fórmula para sobrevivir sin celebridades que se lleven el negocio completo. Basta recordar que hasta hace apenas cinco años las famosas cobraban por aparecer desnudas en sus páginas desde 350 mil hasta dos millones de pesos por un set de fotos que reventaría los puestos de periódicos. 

Estrellas como Andrea García, Ninel Conde, Sabrina, Lorena Herrera, entre otras, encontraron en estas revistas un ingreso más para su carrera, pues a cambio de dos meses de esfuerzo en el gimnasio y dieta lograban captar en un día más de lo que ganaban en dos meses de presentaciones o con jornadas de 14 horas de grabación diarias en la televisión.

El mercado de las famosas que participaban en las revistas para caballeros era una mina de oro, cientos de celebridades de la talla de Aracely Arámbula o Irán Castillo cedían a las jugosas propuestas millonarias y de concepto. 

Sin embargo, ver a las celebridades con poca ropa, quedó en el olvido o, en el mejor de los casos, en una referencia nostálgica cuando los lectores comenzaron a perder la capacidad de asombro y dejaron de invertir en la compra de una revista pues se encontraron con desnudos gratis de una nueva comunidad de modelos porno o amateurs del erotismo que, en redes como Twitter o Instragram comenzaron a hacerse famosas ofreciendo sus fotos gratis a cambio de nuevos seguidores y que ahora son las nuevas estrellas. 

El negocio de las revistas de desnudos sufrió con esto un cambio radical en su esquema tradicional, pues ahora se tuvo que colgar de estos nuevos valores para salvar sus plataformas impresas. De ahí que las portadas que comenzaremos a ver a partir de este año serán en su mayoría con las modelos de Instagram que, por consiguiente, desplazarán a las estrellas de la televisión.

Esta estrategia trae un doble efecto, el de tener modelos más económicas en comparación con las famosas de televisión y posicionar a la revista o revistas en el mercado de las redes sociales. ¿Por qué un 'millenial' va a comprar una revista si puede ver a su modelo favorita en Twitter? 

El reto de los editores de los magazines será lograr ese complemento para no perderse y tener que cerrar. 

Antes, el modelo de negocio de las revistas era ofrecer una cantidad —digamos 350 mil pesos por mencionar la mínima que cobraba una actriz incipiente— por un contrato en el que venía establecido que harían un set de fotos para la revista, firmas de autógrafos y promociones durante los primeros quince días en que aparecía el impreso. Ahora, además de firmar por la edición impresa, comprometen a la modelo a vender sus fotos también para la plataforma en línea. A esto ceden varias actrices en lo que parecería un contrato justo, que incluye por sus montos el pago de los impuestos y, a veces, hasta mensualidades para liquidar lo pactado.

Sin embargo, la nueva corriente de modelos que posan en poca ropa está encontrando maneras más efectivas para ganar dinero mostrando su cuerpo, sin riesgos y sobretodo de manera directa, pues no necesitan firmar un contrato. A través del celular en el Whatsapp hacen grupos que ellas mismas controlan en donde se graban bailando, cambiándose, en la regadera, en la sala de su casa y haciendo “striptease” personalizado a cambio de una lana mensual —150 pesos mínimo— que pagan particulares en tiendas de conveniencia, sin intermediarios y que les permite a las modelos controlar su desnudo y que les da hasta 256 suscriptores al mes.

La única famosa que entendió que el camino de los desnudos genera ingresos cuantiosos, hasta el momento, es Sabrina quien se incorporó en el mercado porno y que ha hecho de su sitio de Internet su modo de vida lo que le ha significado ganar incluso más de lo que generaba cuando estaba en la televisión. ¿Quién será la siguiente?

Por hoy es todo, nos leemos la próxima semana aquí, dónde quizá hablemos de ti.

 

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