Vamos por los 60 de la dignidad

OPINIÓN 29/01/2016 04:00 Actualizada 04:00

La reforma política para la Ciudad de México es un peligro de retroceso democrático. De 100 diputados de la Asamblea que aprobará la Constitución de la Ciudad de México, 40 serán designados por ‘dedazo’.

Los partidos del Pacto contra México desde el Senado, la Cámara de Diputados, la Jefatura de Gobierno y la Presidencia de la República. Pero los otros 60 serán elegidos directamente por la ciudadanía. Por eso afirmamos que aún hay esperanza para defender a la ciudad.

La alianza PRI, PAN y PRD ya se ha apropiado del 40% de la Asamblea Constituyente. Eso es motivo de gran preocupación. No se puede confiar en ellos. Juntos y aliados, esos partidos aprobaron la privatización del petróleo, el aumento de impuestos y el desmantelamiento de los derechos laborales a nivel federal.

En realidad, no les importó que la Carta Magna federal establece en su artículo primero, el principio de progresividad que señala que toda modificación legal debe ser para aumentar derechos y no para disminuirlos. De cualquier manera, PRI, PAN y PRD acabaron con los derechos laborales de trabajadores y maestros.

La ciudadanía no puede permitir que PRI, PAN, PRD vengan a hacer lo mismo a la Cuidad de México. No podemos permitir que quieran venir a privatizar el agua, la educación superior pública y el espacio público y a desmantelar la pensión de adultos mayores y otros derechos sociales.

Necesitamos una convocatoria amplia a la ciudadanía para participar.

Se puede evitar el retroceso. Hay que participar por la vía electoral y pacífica.

Hay que ir a las urnas para defender el bienestar social y las libertades y a conquistar nuevos derechos.

Si los partidos del Pacto contra México se ‘agandallaron’ 40 diputados constituyentes por ‘dedazo’, vayamos por los 60 que serán elegidos por la ciudadanía.

El PRIANRD ha buscado desmantelar todos los avances sociales y democráticos que hemos logrado en la ciudad y en beneficio de la gente.

No podemos permitir que la decisión sobre la Constitución para la Ciudad de México quede como botín de quienes privatizaron el petróleo, los servicios de salud y la educación pública en el país.

Hay que impedir el retroceso, luchar para mantener y ampliar los derechos sociales y las libertades democráticas en la ciudad. Podemos evitar el retroceso e impedir que la Ciudad de México sea rehén de unos cuantos intereses, que se repartan la Asamblea Constituyente aquellos que ni son democráticos ni representan a la gente.

El pacto del PRI, el PAN y el PRD encarna la restauración del ‘dedazo’, el retroceso de los derechos sociales y la apertura de lo público como el negocio para unos cuantos.

La Constituyente debe ser la expresión de gobierno para el pueblo, desde los habitantes de la ciudad debemos reivindicar la elección ciudadana de los representantes a la Asamblea y del texto constitucional de la Ciudad de México y que se refleje el sentir y el pensar de los capitalinos. Frente a los 40 de la ignominia, vayamos por los 60 de la dignidad.

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