Revolcándose en el lodazal

OPINIÓN 29/01/2016 04:00 Actualizada 04:00

Es deplorable ver a los partidos políticos revolcándose en el lodo. Los tres principales y algunos de sus satélites, debaten sobre probables crímenes cometidos por su militancia y se afanan en que el asunto quede en una corrección disciplinaria, acaso la expulsión, cuando la vía es penal y el destino, la cárcel. Asistir al espectáculo enoja y sume en profunda desazón.

Todavía con el lastre del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su involucramiento en la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, el PRD acaba de abrir otros dos frentes, fuente ambos de gran desprestigio y, uno de ellos, con un homicidio de por medio.

El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, dijo ayer contar con elementos suficientes para investigar al senador Fidel Demédicis, de su partido pero de otra ‘tribu’, por su presunta participación en el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, también perredista, cuando no tenía ni un día de haber llegado al palacio del Ayuntamiento.

Demédicis, aspirante a la candidatura perredista al gobierno de Morelos, respondió a tan grave acusación señalando que Graco ha creado contra él una guerra de odio “por diferencias personales” y se refirió a él como mente maestra de la intriga.

Igual los dos tienen razón. Graco, porque todos los amigos y familiares de la malograda alcaldesa acusan a Demédicis de estar atrás del homicidio; y el senador (expulsado el miércoles del PRD por el Comité Ejecutivo Estatal), pues sólo por citar un ejemplo habría que recordar toda la tenebra que metió Graco en la caída del gobernador priísta Jorge Carrillo Olea, en 1998.

Y mientras el perredismo se da este revolcón, su coordinador en San Lázaro, Jesús Zambrano, se apresura a desmarcarse de la postulación, en alianza con el PAN, de la diputada local por Sinaloa, Lucero Sánchez, la hoy famosísima diputada de ‘El Chapo’. Y en parte tiene razón: tocó al PAN designar la candidatura de la legisladora de la que se documentó que con una credencial de elector falsa visitó el 18 de junio del año pasado, en el penal de Almoloya, al narcotraficante Guzmán Loera, con quien, según la PGR, pasó el año nuevo días antes de su recaptura.

La procuradora Arely Gómez adelantó ayer a senadores del PRI y el Verde que ya se trabaja en la solicitud de desafuero de la legisladora sinaloense aunque, por lo pronto, por la falsificación de un documento oficial. Lo que, de todas maneras, no pone punto final a este otro revolcón en el lodazal, pero del partido Acción Nacional.

El vínculo Sánchez-Guzmán Loera, le decía, se documentó desde junio pasado y nada hizo el PAN al respecto. El asunto le estalló a su dirigente Ricardo Anaya a propósito de la recaptura del narcotraficante. Y es que la postulación habría ocurrido cuando Anaya era el secretario general del partido, en los últimos días de la presidencia del hoy diputado Gustavo Madero.

Los enemigos de ese bloque que hoy controla al blanquiazul exigieron, a través de Margarita Zavala, y el calderonismo, una disculpa pública del PAN a la ciudadanía, mientras que los maderistas argumentaron que la diputada Sánchez fue impulsada por Guadalupe Suárez, cercana a la esposa de Calderón.

El embrollo, cuando el PAN no se puede sacudir aún los excesos del ex gobernador de Sonora Guillermo Padrés, develó, por lo pronto, la novatez de Anaya, quien no renuncia a sus aspiraciones a la candidatura presidencial panista, si nos atenemos al premeditado fracaso de la alianza con el PRD para Tlaxcala y Puebla, donde le metió zancadilla a otro aspirante a la candidatura, el gobernador Rafael Moreno Valle.

Ante el espectáculo de grima, el PRI se ‘relame los bigotes’ y supone, acaso, que dio la vuelta así al escándalo de la detención en España de su ex dirigente y ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira. Cierto que salió del ‘bote’, pero no de un proceso que, si libra, no borrará los innumerables latrocinios cometidos durante años por los políticos del tricolor.

Y luego se preguntan por qué los partidos políticos ocupan el último lugar de confiabilidad entre las instituciones del país. Igual les vale.

 

@RaulRodriguezC

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