Ética y política

OPINIÓN 28/08/2015 05:00 Actualizada 05:00

Esta semana la dirigencia de Morena presentó un código de ética que marcará la ruta del comportamiento de legisladores, gobernantes y funcionarios emanados de ese instituto político.

La medida resulta novedosa, no porque la política carezca de ética, sino porque en México, la ética —como el comportamiento justo del individuo ante la sociedad— pareciera estar separada de la política y del comportamiento de los políticos. Históricamente, la clase política nacional se ha procurado mantener un amplio margen de impunidad para amparar los abusos y excesos desde el poder.

Tener una guía ética resulta una práctica subversiva en los espacios del poder, especialmente en la Cámara de Diputados tan envilecida y corrompida por Beltrones y Peña Nieto en los últimos tres años.

El código de ética de Morena resulta importante porque impulsa la austeridad, la renuncia a los privilegios y pone el presupuesto al servicio de la gente, especialmente de la educación de las y los jóvenes.

Los 10 puntos que componen el código de ética de Morena son:

1. Entregar el 50% de sus salarios a la causa de la educación superior para disminuir el problema de los rechazados ahí donde gobierne el partido.

2. Rechazar bonos, regalos o privilegios económicos. En su caso, canalizar esos recursos a la causa de la educación superior.

3. No viajar al extranjero a costa del erario.

4. Impulsar políticas de austeridad en la cúspide de los tres poderes del Estado.

5. Rechazar toda privatización de bienes nacionales, recursos naturales, espacios y servicios públicos.

6. Rechazar toda alianza con partidos que apoyan la agenda de reformas estructurales de Peña Nieto.

7. Apoyar las luchas del pueblo y llevar los reclamos de la gente a las tribunas legislativas o a la gestión de gobierno para su solución. Ahí donde haya una lucha del pueblo, los legisladores y funcionarios de Morena pondrán en juego el cargo y el fuero.

8. Promover nuevas políticas y derechos económicos, sociales, ambientales, culturales, civiles y políticos.

9. Promover que todas las reuniones de los órganos de gobierno legislativo sean públicas, y transparentar el destino de los recursos públicos.

10. No participar en órganos administrativos de legislaturas y gobiernos dominados por los partidos del Pacto por México.

Con un comportamiento ético, los representantes de Morena reivindican las tareas legislativas y de gobierno, ponen en el centro del debate las necesidades de la gente para ser defendidas por una verdadera oposición que debata, proponga y coloque los grandes problemas nacionales en la tribuna y cimiente el camino del cambio.

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