La belleza está en la mirada

OPINIÓN 28/08/2013 05:00 Actualizada 05:00

¿Quién es bello y quién no? Definir estándares de belleza cuando hablamos de seres humanos es muy difícil y, por ello, los investigadores se han dado a la tarea de descubrir cómo es que catalogamos la belleza de las personas y de la pareja.

Hay dos diferencias, una está en el reconocer la belleza de alguien y otra en elegir a personas bellas como parejas; esta última, a diferencia de la primera, depende de la personalidad y la autoestima de cada quien.

Es cierto que existen rasgos universalmente asociados a la belleza, entre los que están la simetría o la fisonomía de juventud. Pero los condicionantes culturales también tienen mucho que ver, junto con las experiencias personales, nivel socioeconómico en que nació la persona, así como en el que se desarrolla o al cual aspira, como también influyen los estados fisiológicos y anímicos.

El rasgo más presente en todas las culturas es la belleza que se basa en la simetría y esto se da por relevancia evolutiva. Las mutaciones genéticas heredadas, infecciones durante el desarrollo embrionario, las enfermedades en la infancia o la misma exposición a toxinas, así como los niveles altos de estrés, han producido ligeras distorsiones traducidas en pérdida de simetría.

Hoy se sabe que una nutrición deficiente en las embarazadas afecta los mecanismos de reparación del ADN en el feto, de tal forma que un adulto con la cara perfectamente simétrica indica alta calidad genética, niñez y juventud sana, así como un sistema inmunológico fuerte, lo que lo hace atractivo.

Estudios serios alrededor del mundo revelan que la simetría es una marca externa de buenos genes y se ha establecido que los hombres simétricos son más inteligentes, son más coordinados en sus movimientos e, incluso, producen más esperma.

Pero ojo, simetría en este sentido es que ambos lados de la cara sean idénticos, pero no precisamente hermosos; así, otra característica de la belleza es la normalidad, es decir, que las proporciones de la cara no difieran mucho de la media.

Y es que las caras extrañas indican alteraciones genéticas o enfermedades, mientras la media representa lo que la selección natural ha configurado como mejor adaptado.

Otro factor universal de atractivo que valoran los hombres son los rasgos de juventud y feminidad en la mujer, como la mandíbula pequeña con labios gruesos, mientras que las mujeres se sienten más atraídas por los pómulos sobresalientes y menos grasa facial de los varones.

Durante la ovulación, las mujeres prefieren hombres más masculinos y expresiones agresivas que reflejen salud y fertilidad, por lo cual prefieren caras más masculinas cuando están en edad reproductiva que durante la pubertad y la menopausia.

Este factor fisiológico que depende de las hormonas hace que la distorsión de la realidad afecte más a las mujeres que a los varones.

Otro factor que se toma en cuenta para que veamos o no con buenos ojos a otra personas es si nos gusta su carácter; de ser así, lo veremos más atractivo físicamente, por eso la sonrisa y el contacto visual son tan importantes, ya que son las partes con las que gesticulamos las emociones, el rechazo y la aceptación.

Se sabe que la agudeza visual disminuye con el alcohol, lo que hace que se perciban menos imperfecciones físicas, efecto que dura varias horas, resultado de esto es que la resaca también hace que veamos más bellas a las personas mientras dura el efecto.

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