EL PRÓXIMO 7 de junio, 83.5 millones de mexicanos tendrán la posibilidad elegir a los diputados federales que integrarán la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión. En 16 entidades federativas habrá elecciones locales, los estados de Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora elegirán gobernador.

Frente a este proceso, México está listo, cuenta con órganos e instituciones electorales sólidas y transparentes, que a lo largo del tiempo se han fortalecido para garantizar su imparcialidad y equidad. Estas instancias hoy tienen un papel preponderante en la preparación de los comicios, durante el día de la elección y en la resolución de las posibles controversias.

Este ambiente de certeza jurídica e institucional ha sido construido en las últimas décadas, pero renovado y fortalecido gracias a la reforma político-electoral de 2014.

Muestra de ello, fue la transformación de Instituto Federal Electoral (IFE) en el Instituto Nacional Electoral con nuevas atribuciones y tareas para organizar las elecciones no sólo en el ámbito federal, sino también en el local; se fortaleció la fiscalización de los partidos políticos y de las campañas de los candidatos, ahora los partidos y candidatos tienen plazos establecidos para entregar sus informes de ingresos y gastos a la autoridad electoral, quien deberá comprobar su veracidad.

Un aspecto relevante es que el INE puede solicitar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores o a la Unidad de Inteligencia Financiera del Servicio de Administración Tributaria informes de operaciones que se presuman de origen ilícito.

También se garantizó la paridad de género en las candidaturas y el ejercicio irrestricto de los derechos políticos. Hoy todos los ciudadanos tienen la posibilidad real de acceder a los cargos de toma de decisiones, esto significa que no hay limitantes para elegir y ser electo y conducir los asuntos públicos en beneficio de todos.

Debemos dar un voto de confianza a las autoridades electorales y aceptar la decisión de los mexicanos en las urnas. El nuevo marco normativo en materia electoral da certidumbre jurídica y herramientas para garantizar un proceso electoral confiable y transparente. Si bien es perfectible como toda legislación, todos los partidos políticos y candidatos deben actuar en el marco de ley para garantizar el éxito de la jornada electoral del próximo 7 de junio.

Vamos construyendo un clima político y económico que incentive la inversión y la creación de empleos, condiciones propicias para que México siga caminando por el sendero de la prosperidad, el crecimiento económico y el desarrollo social.

En tres meses estaremos iniciado una nueva legislatura, desde el Senado de la República mi compromiso es seguir trabajando para dotar a México de un marco normativo moderno y acorde con las circunstancias actuales. Continuaré presentando, debatiendo, enriqueciendo y aprobando las iniciativas que sean necesarias para que nuestro país se desarrolle y se posicione ante las demás naciones.