Si revisamos los reportes de la prensa del Maratón de la Ciudad de México de los últimos tres años, notaremos que se redujo al parte de protección civil que reportaba en términos generales un saldo blanco después de la carrera.

Este año, los llamados runners comenzaron a salir de todas partes cuando Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte del DF, anunció que en la edición 31 de este maratón se recorrería la ruta olímpica del 68 y muy pronto se agotaron los 20 mil lugares disponibles. Hasta se encendió el pebetero olímpico; el maratón es la prueba de resistencia más importante y con ella cierran las competencias de atletismo.

La carrera inició muy temprano el domingo en el hemiciclo a Juárez y a la hora de lanzar el balazo de salida, Miguel Ángel Mancera pagó con una democrática rechifla el costo político a nivel de cancha por los bloqueos y marchas de la CNTE y otras pifias. La disidencia magisterial obligó al gobierno del DF a modificar la ruta de la competencia debido al plantón en el primer cuadro de la capital. Los magnánimos maestros anunciaron que respetarían a los corredores pero que no se moverían del Zócalo.

En buena parte debido a que los cronistas del apocalipsis chilango exigieron al jefe de gobierno "mano dura" contra los maestros que radicalizaron sus protestas y causaron pérdidas millonarias por el plantón en el Zócalo, el bloqueo al aeropuerto, a las Cámaras de Senadores y Diputados y a sus marchas un día sí y otro también. Pero esos agoreros del caos poco o nada dijeron de la torpeza de la Secretaría de Seguridad Pública en el cierre de calles sin informar debidamente a los ciudadanos. La constante la mañana del domingo fue el nudo vial.

A nadie le asistiría la razón oponerse a un evento deportivo de talla internacional y que ahora busca colocarse junto a los mejores del mundo. Pero la falta de crítica fue debido a que la carrera tuvo entre sus patrocinadores premium a una de las empresas pertenecientes a Carlos Slim. Vaya, hasta su consuegro y secretario de Turismo del DF tuvo un protagonismo desmedido. Por un momento, muchos pensamos que el rector de la UNAM se había convertido en imitador del fallecido comediante Leslie Nielsen cuando se puso a dar entrevistas en plena pista de tartán mientras los corredores seguían llegando a la meta.

Seguramente pensó: "Es mi estadio y yo hago lo que quiero". Es necesario cerrarle la puerta a quienes buscan lucrar con el deporte para sus aspiraciones políticas individuales como el delegado en Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, que no hizo más que posar para la foto, mientras que en la demarcación que dice gobernar el deporte está relegado a una cuota política. ¿O alguien sabe cuál es el plan de trabajo del hijo de Hugo Sánchez?

La logística del evento se vio rebasada debido a la euforia que vivió la ciudad durante los últimos meses pero no se debe permitir que patrocinadores como Alpura, que proporcionó agua de su marca Epura a los corredores, haya tirado a la basura millones de bolsas de 250 mililitros. El marketing no puede ganarle al sentido común.

Ante la alarmante obesidad que vive el país cuyos datos llegan ya a niveles de epidemia, el deporte debe considerarse como un área estratégica de la actual administración. Felicidades a los corredores que dejaron el alma en las calles de esta ciudad y ojalá el año siguiente repitan la hazaña respaldados por una organización aún mejor.

En el radar

En el duelo por la pérdida de un ser querido la primera etapa es la negación. Algunos padres de los secuestrados en el bar Heaven dicen que la PGJDF no les ha dado ninguna prueba de que sean sus hijos.

Periscopio

El jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, decidió de último minuto no correr el medio maratón; alegó que fue por indicación del médico. Sin embargo, algunos dijeron en Twitter que a Mancera le dio el mal del Heaven.

Bitácora de lo absurdo

Gabino Cué hizo una transferencia de 3 mil 500 pesos por concepto de bono a los maestros de la sección 22 que tienen tomada la capital del país. ¿Será con dedicatoria a los gobierno federal y del DF?

Seguimos el debate en Twitter: @LeoAgusto