El autodenominado adiós del Sub Marcos

OPINIÓN 27/05/2014 05:00 Actualizada 05:00

La despedida de Marcos como la voz del EZLN en Chiapas tiene mucho de dignidad si lo vemos desde el ángulo político donde el brillo de los personajes se apaga generalmente en el olvido, en el exilio y en el mejor de los casos en el silencio.

La Declaración de la selva Lacandona el 1 de enero de 1994 fue el desafío lanzado por el Comité Clandestino Revolucionario del EZLN contra el "supremo gobierno" y cuyo principal reclamo son los 500 años de opresión contra los pueblos indios en Chiapas que sólo conocieron La Conquista, nunca la Independencia y mucho menos la Revolución Mexicana. Marcos decide dejar de ser la voz mestiza de las demandas de la población indígena mexicana.

Desde su aparición, hubo un dejo de desprecio por tratarse de un grupo armado conformado principalmente por indígenas y que, a decir del gobierno mexicano, eran manipulados por extraños intereses. Por eso, a Marcos se le menospreció desde la opinión pública y los medios de comunicación al llamarlo como autodenominado subcomandante. Por su parte, el zapatismo apostó por combatir en los terrenos de los medios de comunicación y la política como estrategia de guerra y ahí las ganó todas o una gran mayoría de sus batallas.

Hoy pocos recuerdan a quienes se quedaron tumbados en el camino al intentar acabar con un movimiento social disfrazado de guerrilla, como el procurador de justicia en los inicios del zedillato, el panista José Antonio Lozano Gracia. Incluso Vicente Fox quemó buena parte de su capital político en atender las demandas del EZLN con suma torpeza.

La última década del siglo XX no se entendería sin la figura de Marcos que se convirtió en una insignia contra la globalización económica, un icono en la generación X y las juventudes grunge, un pasamontañas que representaba todos los rostros marginados y excluidos. Un antecedente palpable de los indignados que tomaron las plazas públicas, de Anonymous, de la Primavera Árabe.

Y con esa mística, a las montañas del sureste mexicano llegaron figuras seducidas por el discurso de Marcos como el extinto escritor lusitano José Saramago, Juan Gelman, Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique en Español; el periodista Julio Scherer; el músico Manu Chao y hasta el cineasta Oliver Stone, se subieron al tren del zapatismo en los años noventa.

Aunque no despertó la simpatía en todos los sectores de la izquierda en América Latina. Por ejemplo, Fidel Castro, en corto, se refería a Marcos como alguien que hablaba mucho y disparaba poco.

Con su figura política casi extinta 20 años después de conspirar desde la selva chiapaneca, Marcos decide que el movimiento que encabezó debe renovarse generacionalmente y jubila a su personaje para darle paso a otro; Galeano. En este caso, vale la pena rescatar una de sus primeras declaraciones a la prensa en el ya lejano año de 1994: "En todo caso podrán cuestionar el camino que se eligió, pero nunca las causas".

Periscopio

El jefe delegacional en Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, subió una fotografía a Facebook donde posa junto a la Bandera nacional mexicana con la inscripción "Cuajimalpa de Morelos" en letras bordadas en color oro, lo cual es violatorio de la Ley sobre el Escudo, la Bandera, y el Himno Nacional.

En el radar

En voz de su secretario general, Alejandro Sánchez Camacho, el PRD acusa que el PRI y el PAN buscarán dar el madruguete y meter un golazo a la nación de aprobarse la legislación secundaria en materia energética en el Congreso de la Unión cuando la atención popular se concentre en los juegos clave durante el mundial de futbol Brasil 2014.

Bitácora de lo absurdo

Comienza la temporada de paquetes todo pagado en materia de turismo parlamentario: Una buena cantidad de senadores de la República andan en Madrid, España, para festejar el centenario del natalicio de Octavio Paz en la Casa de las Américas, donde se presentará un libro coeditado por el Senado y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Nos arrobamos en Twitter: @LeoAgusto

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