Morena: los más humildes, al Congreso

OPINIÓN 27/02/2015 05:00 Actualizada 05:00

El lunes 23 de febrero marcó un parteaguas en la política mexicana. Por primera vez en la historia, la designación de candidaturas plurinominales se realizó mediante un sorteo y quienes ocuparán esos espacios por Morena no serán dirigentes encumbrados, sino ciudadanos comunes que luchan por la transformación de México al lado de Andrés Manuel López Obrador.

A diferencia de otros partidos, donde los dirigentes se reparten entre ellos los primeros lugares en las listas plurinominales, en Morena se decidió que los dirigentes se vayan a territorio a trabajar por el voto.

Las plurinominales se rifaron entre la militancia para que tuvieran la misma posibilidad el dirigente más encumbrado que el militante de base más sencillo, más humilde y más modesto. El resultado fue que ningún dirigente será diputado por la vía plurinominal.

A cambio, los plurinominales de Morena serán jubilados, jóvenes profesionistas, campesinos, pequeños comerciantes, amas de casa. Es decir, Morena no se contentará con ser la voz que represente al pueblo en la Cámara de Diputados, sino que será la gente la que tome la palabra en tribuna y defienda sus intereses.

El pueblo no necesita intérpretes ni traductores, necesita espacios para hacerse cargo de los asuntos políticos y ese espacio se abrió en esta nueva fuerza de izquierda. Otro punto a destacar del proceso de selección de candidatos de Morena es que no se dieron espectáculos denigrantes de la política: no hubo denostaciones ni ofensas, mucho menos amenazas. No hubo aspirantes crucificados con tal de ser candidatos. Se entendió que las candidaturas son un instrumento para la lucha, que las candidaturas no son un fin en sí mismo, que lo importante es la transformación del país.

Lo ideal es que en todos los partidos pudiera comprenderse que quien quiera volverse millonario debe dedicarse a la industria o al comercio, no a la política, que es una actividad que tiene como primordial objetivo servir a la gente y ayudar al país.

De esta manera, en las plurinominales de Morena no están los grandes nombres, ni las grandes personalidades, está nada más ni nada menos que el pueblo. Esto ha causado desconcierto en los medios y en la clase política que se preguntan cómo se blindará al partido de abrir paso al crimen organizado.

La respuesta es sencilla: el crimen está organizado en el poder, no entre la gente común. Si queremos blindar al país de la delincuencia debemos comenzar por sacar del poder a quienes hoy ostentan los grandes cargos públicos.

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