¿A quién le sirve el miedo?

OPINIÓN 26/11/2014 05:00 Actualizada 05:00

El encapuchado es un chavito flaco, se percibe adolescente. Damián grita:
-¡Atrás, atrás. Por su culpa nos van a llamar violentos!,- le increpa al embozado, quien se retira.

Es 20 de noviembre, frente a Palacio Nacional. Esa noche en la que cientos de miles de personas salieron a marchar en protesta por los 43 normalistas.

De Damián llamando a la protesta en paz, hay un video que fue colgado en el sitio de El País, el diario en castellano más leído del mundo. A los pocos minutos de ese momento, ya sin cámaras, Damián recibió un golpe en la cabeza que se tradujo en 10 puntadas. Él no sabe a ciencia cierta de dónde vino. Cree que del lado de la policía.

Esa misma noche, un operativo policiaco desalojó el Zócalo. En internet circula la foto de un hombre que lleva a su hijo de 3 años en brazos, mientras intenta levantar a su esposa del piso, policías federales y auxiliares golpean manifestantes. Se trata de Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia.

El resultado del operativo: decenas de heridos y 11 personas arrestadas. Las detenciones, según han documentado diversos medios nacionales, son arbitrarias.

Las pruebas contra éstas: algunos se llamaban "compas" entre sí. Además del testimonio de los policías que los arrestaron. Los mismos policías que agredieron al defensor de derechos humanos, que golpearon a un hombre hasta dejarlo inconsciente, que probablemente descalabraron a Damián.

En términos generales, la manifestación había sido pacífica. Marcharon miles de personas. Según la prensa, los violentos eran entre 50, máximo 100. ¿Por qué, entonces un operativo de esa dimensión?

La desaparición de los 43 normalistas ha despertado la indignación de la sociedad mexicana. Este operativo, violento, arbitrario, pareciera tratar de infundir miedo a quienes se manifiestan, a quienes están hartos de que en nuestro país se mate y desaparezca a estudiantes; de que no se pueda caminar con seguridad en vastas regiones; hartos de vivir con temor. ¿Estamos dispuestos a vivir así, aterrorizados, sin poder levantar la cabeza? Damián tiene 10 puntadas en la cabeza. Está listo para salir de nuevo a marchar, pacíficamente, y sin miedo.

Glosario de supervivencia

Miedo: Sensación de verse despojado del futuro.

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