El PAN hace el trabajo sucio al PRI

OPINIÓN 26/07/2013 05:00 Actualizada 05:00

Como en la época de las concertacesiones salinistas, el Partido Acción Nacional (PAN) anunció su propuesta de reforma energética a cambio de evitar el conteo voto por voto en Baja California Norte, con lo que el blanquiazul se quedaría con la gubernatura de ese estado. Lo anunciado por el PAN como su propuesta de “reforma energética” no es otra cosa que el plan de Enrique Peña Nieto que adelantó la prensa de EU hace unas semanas.

Lo que se ve no se juzga y es claro que el gobierno federal mandó por delante al PAN para presentar su propuesta. Se trata del pago panista por la gubernatura de Baja California. De ahí la prisa de Gustavo Madero por anunciar las líneas generales de una iniciativa que presentará después. Tenía que dar garantía de algo para que el PRI dejara de reclamar el recuento de votos en Baja California. Ese fue el motivo de la urgencia del panismo por abrir el debate sobre la privatización del petróleo mexicano.

Con esto, el PAN le hace el trabajo sucio al gobierno federal y absorbe los costos políticos de abanderar una iniciativa tan impopular como la privatización de la industria petrolera.

Por lo demás, el planteamiento anunciado es absolutamente privatizador ya que se propone que por la vía de concesiones, inversiones público privadas o a través de un régimen de competencia abierta se abran a la inversión privada exploración, producción, transporte, almacenamiento, petroquímica y refinación.

Se trata de una agresión del PAN al pueblo de México. Lo que quieren hacer pasar como una proposición modernizadora, en realidad aumentaría la corrupción y entregaría en unos cuantos años el conjunto de la industria petrolera a las compañías extranjeras. Lo anunciado por el panismo parece ser ideado en las oficinas de la Exxon y de la British Petroleum y no en México, ya que constituye una férrea defensa de los intereses pero no de México sino de las compañías petroleras.

El discurso de Madero enarbola una filosofía lastimera y perdedora al dar por sentado que México no puede y que entonces hay que entregarle nuestra riqueza a las poderosas compañías extranjeras porque esas sí pueden, cuando toda la historia reciente desmiente completamente esta visión.

Todo lo que se ha construido en 75 años ha sido con la inversión nacional, con el esfuerzo de los mexicanos, ha sido construido con los ingenieros y científicos del país, y no le hemos tenido que pedir ayuda los inversionistas extranjeros que por lo demás no están interesados en ayudarle a México en absoluto. Cuando fueron dueños del petróleo no nos ayudaron, se llevaron la riqueza petrolera.

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