De los creadores de enormes éxitos de la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX como el vacuo “sin moño y sin bolsita” y el irresponsable “hoy no circulas, mañana menos”, debido a la contingencia ambiental, el próximo 8 de julio llegará la campaña “Yo separo en cuatro”, al parecer sin ninguna intención alburera. Más bien se refiere a las cuatro categorías en que se deberán separar los residuos domésticos en la capital según doña Tanya Müller: orgánica, residuos sólidos biodegradables; inorgánica reciclable, materia prima para reutilización; inorgánica no reciclable, residuos difíciles de reciclar (sic) y materiales voluminosos, también conocidos como cachivaches.

Ahora, la Sedema irrumpe nuevamente en la escena local con una campaña de información en papel para detallar la separación de basura, con el fin de recuperar los materiales que se pueden reciclar.

En la basura orgánica encontramos principalmente restos de comida como las tortas que sobran en los tradicionales mitines y se reparten entre las huestes acarreadas, prácticas que vemos en todos los partidos políticos tradicionales. En esta categoría caen políticamente las bases orgánicas que son olvidadas por sus dirigencias después de obtener el voto.

Luego, tenemos los residuos inorgánicos reciclables como el papel, el cartón, el vidrio, el aluminio. En este rubro podemos encontrar un simil en un sector de la clase política que se reciclan de acuerdo con la dirección del viento, que van de un partido a otro dependiendo del proyecto político personal. Siempre encuentran un lugar en el ecosistema político, el ejemplo más claro es del delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, que ha pasado del PRI al PRD, al MC, PT y, por el momento, vive de Morena.

Después tendremos que poner atención en los inorgánicos no reciclables como las colillas de cigarro, bolsas de frituras. Esto, según la información de la Sedema chilanga, no crea usted que aquí recibiría semejantes referencias. Aquí encontramos algunos cartuchos quemados sin hueso que les calme, tal es el caso de Gerardo Fernández Noroña, Josefina Vázquez Mota y la recién derrotada Delfina Gómez. Personajes que difícilmente veremos en el futuro en alguna presentación. 

Finalmente, están los cachivaches que se retirarán cada semana de las casas por el servicio de Limpia, las cosas que ni el carrito del fierro viejo se quiere llevar y que hoy los camiones de basura cobran por llevarse.

 Aquí encontramos algunas estructuras corporativas que poco sirven a la política mexicana, pero cuestan mucho, como el caso de la CNTE, el sindicato petrolero y lo que resta del SME, organizaciones que eran útiles en los tiempos del ‘carro completo’, pero en esta era ecológica son contaminantes para el ambiente electoral.

El año entrante habrá elecciones y será necesario considerar la vigencia de algunos personajes que se presenten a las urnas. 

Periscopio. La renuncia de Rodolfo Ríos Garza como procurador de Justicia de la Ciudad de México representa un error más de la actual administración capitalina.

Al hoy ex titular de la PGJ de la CDMX se le achacan principalmente errores de comunicación en casos sensibles, como el multihomicidio en la colonia Narvarte y culpar a la mujer víctima de asesinato en Ciudad Universitaria. Ambos casos quedan pendientes y abiertos tras la salida de Ríos Garza.

Las lamentables filtraciones que denigraron la dignidad de las víctimas no sólo tuvieron el visto bueno de Luis Serna, también su respaldo. Al final, pesaron más las intrigas palaciegas del particular Serna, sobre la ingenuidad política de Miguel Ángel Mancera.

En el radar. Según cuberos cálculos publicados en algunos medios, entre 175 mil y 350 mil personas nutrieron la marcha anual por la diversidad sexual del Ángel de la Independencia a ese remanente de la plancha del Zócalo. Destacable, la presencia de la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, y varios representantes diplomáticos de otras naciones se sumaron al arcoiris en que se convirtió el antiguo ‘paseo del emperador’, este fin de semana. 

Twitter: @LeoAgusto