Televisa pone en su lugar a estrellas desmemoriadas

Gil Barrera

OPINIÓN 26/03/2018 12:07 Gil Barrera Actualizada 12:07

El mensaje está muy claro, las estrellas que usen a Televisa para promocionarse gratis, no podrán hacer lo mismo en Azteca. Y aunque para muchos es una postura rigurosa, suena muy lógico que los de San Ángel le pongan valor a su espacio. Sobre todo porque muchos de los actores que trabajaron en Televisa, además de que les pagaron súper bien, también tuvieron un cobijo por parte de la empresa amarillo naranja y cada que se metían en broncas, hasta los abogados les prestaban. Y ahora, ya se les olvidó o pensaron que era una obligación apoyarlos cuando al final era una concesión que les dieron. Es común que los famosos tengan la memoria corta y sólo recuerden lo que ellos hicieron por los demás, cuando les conviene. Se dice que, seguirán restringiendo la entrada a los proyectos de Televisa a quienes insistan en estar en el Ajusco y sacar ventaja de ambas empresas.

Y hablando de esos rumbos, me comentan que no tienen previsto una nueva temporada de Exatlón, pues seguirán apostando por conceptos nuevos. Donde sí hay cambios es en Imagen Televisión, pues ya le dieron las gracias a Mónica Álcaraz, quien producía junto a Andrés Tovar el matutino “Sale el Sol”. Mónica es de la nueva generación de productores que merece estar vigente, su trabajo se nota al aire y parte de la oferta editorial que hizo diferente a “Sale el Sol” venía de esa mente creativa.

Tras el infarto cerebral que sufrió Wanda Seux el 27 de enero, la vedette además de tener que luchar por recuperar su salud, tiene en contra una crisis económica que la está asfixiando. Alfredo Cordero, amigo de la argentina, está negociando con varios medios, entrevistas a cambio de cosas o dinero que saquen de bache a la ex vedette. Algunos programas ya comenzaron a mover recursos y piensan hacer un “Wandaton” para darle desde una silla de ruedas hasta comida para perros, para alimentar a más de veinte animalitos que tiene en casa.

Vaya escándalo que se armó porque una vez más Luis Miguel canceló un concierto, ahora fue en Acapulco. De acuerdo a lo que me cuentan, el Sol reconoció que por no escuchar bien, dejó volando a más de 10 mil personas que asistieron al concierto de “primer mundo” en un pomposo salón de Mundo Imperial que terminó siendo un gallinero.

Una vez que el cantante había abandonado el recinto, se notificó a los asistentes que el concierto se posponía y avisaron así, diciendo que era una falla técnica.

Qué fácil es para ellos -los empresarios y el artista- escudarse en una falla del sonido, cuando antes ya “despelucaron” a la gente. Me queda claro que René Reyes mandamás en OCESA -ejecutivo a cargo de la gira de Luis Miguel- no sabe lo que significa para la gente “normal” ahorrar o hasta quedarse sin quincena para ir a uno de sus espectáculos. Si realmente valorara el esfuerzo del público, exigiría que todo lo que se presente en las plazas donde están sus espectáculos, se apegue a un estricto control de calidad para controlar que no existan estas fallas con tal de no jugar con el público y poner en duda su prestigio como empresa. Pero no, parece que a Reyes se le acabó el hambre por su oficio, esa como la que tuvo cuando empezaba en RAC, donde era un tigre viejo.

Está claro que hay impunidad por todos lados, los empresarios cobran lo que quieren, condicionan la venta de boletos, cobran porcentajes a como les da la gana y cuando al artista no le gusta algo, sólo cancela; y el único que paga los platos rotos es el público, a quien no lo defiende nadie. Todo esto, al claro amparo de las autoridades “blandengues” o corruptas que no multan, no presionan y permiten que al público se le falte al respeto a cada rato. 

Conocí el penoso caso de una fan argentina, que voló desde Buenos Aires a México y luego a Acapulco, sólo para ver a Luis Miguel y su regreso estaba programado unas horas después del concierto. Ella regresó a Argentina, endeudada y con el amargo recuerdo de sólo escuchar siete canciones del Sol. ¿Es justo? Por hoy es todo, nos leemos el próximo lunes, aquí donde quizá hablemos de ti. 

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