Mancera, el bróker cultural

OPINIÓN 25/08/2015 05:00 Actualizada 05:00

Con el beneficio al peatón como coartada, Miguel Ángel Mancera pretende construir, sin consultar a los habitantes de la noble y leal, un corredor cultural en la zona de la glorieta de los Insurgentes. Según las cuentas mentales del jefe de gobierno, podrían ser 10 "segundos pisos peatonales" (¿no quedamos que eran corredores culturales?) en distintos puntos de la ciudad.

Si la administración perredista en la capital tuviera algún interés remoto en el peatón, éste se vería reflejado en las distintas estaciones de transferencia modal. La gente que utiliza los paraderos cotidianamente sabe que el riesgo de asalto es grande en las horas ‘pico'. El abandono al peatón se hace aún más evidente en las estaciones del Metro que conectan con las terminales de autobuses donde visitantes y viajeros se topan de manera abrupta con la corrupción local representada de manera simbólica con laberintos de vendedores ambulantes. El usuario opta por seguir la corriente humana para, con suerte, llegar al otro lado del nodo. Dicho de otra manera; si el GDF tuviera algún interés en el peatón o en la movilidad, Héctor Serrano no estaría en la secretaría enfocada a tal fin.

El jefe de gobierno se ha negado a establecer las reglas y los tiempos para una consulta popular respecto a su última ocurrencia. Mancera dice que: "la consulta es todos los días con los vecinos". El juego de la democracia obliga a los participantes a someterse al mandato de las mayorías. La figura de la consulta popular está contemplada en la Constitución. Y aunque su reglamentación vía la Reforma Política del DF está empantana en la Cámara de Diputados, Mancera creó una figura distinta de medida para deslindar al salario mínimo del cálculo de multas, impuestos y servicios en el DF. Pero no existe voluntad política para jugar a la democracia cuando estén en riesgo los caprichos de la administración en turno.

El GDF privatiza esta importante zona con una concesión por 40 años a la empresa Proyectos de Infraestructura Chapultepec. "¿Quién podría oponerse a un proyecto que en la etiqueta lleve la palabra cultura en la zona ‘progre' del DF?", pensó alguna mente siniestra en el gobierno del DF. El corredor cultural Chapultepec tiene un desgarre político ya que el anterior proyecto de rescate de la glorieta de Insurgentes, conocido como nodo publicitario Insurgentes, se encuentra en litigio legal.

Periscopio. Uno de los cruces peatonales que genera mayor estrés en el DF es el ubicado en las esquinas de Eje Central Lázaro Cárdenas y Madero. El lento cambio en las luces del semáforo provoca que en ambas aceras se colmen de peatones y, al cruzar, ningún afluente camina por la derecha. Tal como sucede en otras grandes ciudades del mundo. La misma situación ocurre en otros cruces del Centro Histórico como 20 de Noviembre y Plaza de la Constitución, justo afuera de la oficina de Miguel Ángel Mancera, quien dice estar, como usted sabe, muy preocupado por el peatón.

En el radar. Al igual que Greenpeace México, el PAN en el DF se suma a la oposición al corredor cultural Chapultepec. La diputada local electa Margarita Martínez busca un plebiscito para el proyecto, para evitar así los errores y los excesos que se cometieron con el proyecto y las obras de Masaryk en Polanco.

Bitácora de lo absurdo. Según el Consejo de Publicidad Exterior del GDF para el nodo publicitario en Insurgentes se tenía contemplada una inversión privada de 60 millones de pesos, de los cuales 26 millones estaban proyectados en construcción de infraestructura de publicidad y el resto en el mejoramiento de la zona. Como Times Square de Nueva York, decía el comunicado oficial emitido durante el periodo de Marcelo Ebrard como jefe de gobierno del DF. De aquel proyecto quedaron sólo un par de cilindros gigantes con publicidad que generan ingresos por más de un millón de pesos mensuales, sin ingresar un peso a las arcas del GDF.

Twitter: @LeoAgusto

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