Indignémonos

OPINIÓN 25/07/2013 05:00 Actualizada 05:00

CAMBIO. Como diputada federal y hoy senadora de la República, en todo momento he pugnado por apoyo para los jóvenes. Porque estoy convencida de que ellos, si se lo proponen, logran cambios en nuestra sociedad. Reflejo de la sensibilidad que tienen ante injusticias son las movilizaciones que hemos visto estos últimos años. Esta semana en Perú se reunieron cerca de 3 mil universitarios de clase media para rechazar la designación de nuevos magistrados del Tribunal Constitucional. La juventud nos ha demostrado que busca oportunidad para desarrollarse y ser escuchada, como lo vivido en España, Portugal, Grecia o la participación de los jóvenes en la “primavera árabe”.

De acuerdo con el 5º Estudio anual sobre juventud árabe, la mayor encuesta en el Medio Oriente realizada de manera anual por ASDA’A Burson-Marsteller, señala que la mayoría de la juventud árabe cree que su vida mejorará en los próximos años; y que recibir un salario justo es lo más importante, siendo obtener una vivienda su segunda prioridad. Los entrevistados de los 15 países donde se ha realizado la encuesta creen que los conflictos sociales y la falta de democracia son las dos grandes barreras para el desarrollo del mundo árabe.

JÓVENES MEXICANOS. El gobierno federal publicó el año pasado la Encuesta nacional de valores en juventud 2012. En ella podemos encontrar los siguientes datos: 97% de los jóvenes ha estudiado alguna vez; cuatro de cada 10 señaló que trabajó ya sea para sostener a su familia o cubrir sus propios gastos; cerca de la mitad de los encuestados percibe un ingreso de entre los 1,800 y los 5 mil 400, siendo la segunda respuesta más frecuente que la de menor de 1,800; mejorar los salarios, que sean estables y contar con servicios médicos son características que el trabajo debería tener. El éxito para los jóvenes mexicanos, de acuerdo con dicha encuesta, se da en el ámbito laboral, nivel de vida, preparación educativa, familia y los objetivos propios. Pobreza, desempleo e inseguridad son los tres problemas más graves de México.

La socióloga norteamericana Theda Skocpol señala que las revoluciones sociales tienen dos características: la transformación de la estructura social y la transformación política. Ahora bien, no estoy diciendo que la revolución sea el camino para modificar la situación que viven millones de jóvenes, sino que alzar la voz y saber que los jóvenes logran cambios, siempre y cuando tengan una activa participación en la sociedad. Y muchos me dirán que no hay mecanismos para hacerlo, de lo cual difiero. Un ejemplo de cómo el gobierno federal ha sido abierto a los ciudadanos son las consultas para conformar el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. A través de un portal de internet se realizaron encuestas interactivas en las que participaron cerca de 130 mil ciudadanos, de los cuales 52% fueron jóvenes menores de 30 años.

AGENTES DE CAMBIO. En la actualidad, 3 mil millones de personas, lo cual representa casi la mitad de la población, ronda los 25 años de edad. Aproximadamente 90% de toda la juventud vive en países en desarrollo, lo que representa un activo valioso ya que podría traer beneficios sociales y económicos. Es crucial que este sector se involucre en la toma de decisiones del mañana.

Hagamos que cada uno de nosotros sea un agente de cambio para detonar el potencial que tiene México. Parafraseando al diplomático francés de origen alemán Stéphane Hessel, cuando algo te indigna, como a mí me indigna la desigualdad, corrupción, ineficacia, pobreza, marginación, te conviertes en alguien militante, fuerte y comprometido. Te convertirás en un agente de cambio.

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